Por: Lucas Araya
Fotografías: Daniel Saez

La invitación de Pedro Aznar a un encuentro entre hermanas y hermanos luego de los tiempos extraños que se han vivido en los últimos años desembocó en un mar de amor y despliegue musical con invitados, lo cual se convirtió casi en un festival de la canción latinoamericana.
Más de dos horas de música sobre un escenario colmado de emoción, como viviendo una real primera vez entre artistas y un público ansioso de escuchar y experimentar el tipo de espectáculos que nos fueron negados por tanto tiempo.

Abrió los fuegos Nano Stern, solo con su guitarra y su voz, llenando el escenario de celebración y esperanza por los nuevos tiempos. Solo dos canciones bastaron para dar inicio al periplo musical por el largo continente que nos cobija (Nube y el estreno de Inventemos un país).

Luego vino el turno de Elizabeth Morris, quien entre aplausos entusiastas y muestras de cariño dejó volar Darte luz. También abrió el espacio para “las luchas silenciosas y silenciadas” de las mujeres con una nueva composición, La mexicana, dejando en claro que los nuevos tiempos también traen espacios de expresión para sacar a la luz y reconocer las demandas históricas.

Víctor Heredia y el peso de su historia musical se instalaron de forma precisa y contundente con banda de fondo para regalarnos impecables interpretaciones de Bailando con tu sombra y Sobreviviendo.
Manuel García fue quien cerró la caravana americana para entregar una bella versión de La danza de las libélulas, seguida de El viejo comunista, acompañado en las teclas de manera magistral por la pianista Carmen Paz Kuki González.

El camino hacia la fiesta principal estaba recorrido y Pedro Aznar salió a escena acompañado únicamente de su guitarra eléctrica para abrir el show con Tu amor, llenando el espacio con melodías mágicas e imágenes de Pedro y Charly García de fondo y las voces del público como banda de acompañamiento..
La vendimia de cariño y entrega estaba en marcha desde el primer momento y el maestro de ceremonias tuvo la delicadeza de entregar un despliegue de versatilidad en una amplitud de registros y formatos de manera generosa y virtuosa. Su entrega musical e interpretativa se movió desde la intimidad del artista con su guitarra acústica, momentos elevados donde el teclado fue su nave, la ilusión de tocar con una banda imaginaria (La abeja y la araña) y entregas sublimes de voz a capella, . Por otra parte, también hubo espacio para bellos duetos con su hermana y hermanos, invitados a este encuentro. Todo en un marco de reencuentro y celebración con los platos favoritos de todas y todos, tal como dijo Aznar al iniciar el recorrido por su amplia discografía.
Momentos notables y altas interpretaciones de Lina de luto, Fotos de Tokio, Los chicos de la calle, Rencor y Ya no hay forma de pedir perdón (con un coro gigante y hermoso por parte de la gente presente). Romance de la luna tucumana fue una invitación a viajar hasta alguna pradera en un valle argentino en noche fresca. Sin embargo, la noche no solo trajo sonidos familiares dentro del repertorio favorito del músico trasandino. También hubo sitio para estrenos y muestras de nuevas músicas, prontas a ser grabadas y editadas. Un simple abrazo, compuesta e interpretada a dúo con Víctor Heredia. Además, liberó toda su destreza con el combo de Corpoland con un mensaje ecologista sobre el loop de bajo y efectos sonoros, una especie de huracán creciendo sobre la máquina.

Al tratarse de un encuentro y un recorrido por el continente, el concierto tuvo altos espacios para tributar a las voces más emblemáticas y notables de la región: Mercedes Sosa, Victor Jara, Peteco Carbajal, Chico César y Violeta Parra, incluyendo un tributo a The Beatles y su etapa psicodélica en versión guitarra eléctrica y voz (Strawberry fields + She said, she said).
Para el cierre, el encuentro total de quienes pisaron el escenario en “Tan alta que está la luna”, una combinación emotiva de voces, bombo y el acompañamiento fiel del público, con sus palmas y gargantas.
Una noche cálida, llena de virtuosismo, sencillez y cariño por la vida y la música. Gracias Pedro. que sean mil noches más y muchos instantes como este.

Setlist
Tu amor
Lina de luto
A cada hombre, a cada mujer
Fotos de Tokyo
Los chicos de la calle
Décimas
Rencor
Ya no hay forma de pedir perdón
A un gato
Romance de la luna tucumana
Un simple abrazo
Perfume de carnaval
Si llega a ser tucumana
Deja la vida volar
Muñequitos de papel
Festejo de color
Claroscuro
La abeja y la araña
Corpoland
Strawberry Fields Forever / She Said She Said Si no hablamos
Mientes
À primera vista
Quebrado
Encore:
Maldigo del alto cielo
Encore 2:
Tan alta que está la luna





















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