Fotos por: Hugo Hinojosa

La noche del jueves 6 de octubre fue una de fiesta en el Teatro Caupolicán, con la presencia de dos bandas con gran fanaticada en nuestro país: los nacionales Chancho en Piedra junto a los mexicanos Molotov.

Quienes dieron inicio al espectáculo fueron los chilenos, quienes luego de casi tres años (siendo la última oportunidad para el tour de celebración de sus 25 años como banda), regresaron al tradicional recinto santiaguino, espacio donde la banda nacional se siente a sus anchas. Y es que los oriundos de La Cisterna son una banda que siempre juega de local, a costa de una fanaticada fiel y completamente entregada a su sonido. Pero el show no inició con ellos, sino con pequeño homenaje a Pogo, recientemente fallecido líder de Los Peores de Chile. Las pantallas proyectaban una imagen del músico, mientras por los parlantes sonó «Síndrome Camboya», uno de los himnos de dicha banda y que el público mayoritariamente coreó. Luego de esta pequeña intro, ingresa la banda en pleno al escenario y «Buenas días a todos» da la partida a un espectáculo que se paseó por gran parte de su discografía en los 20 temas con los que deleitaron a su público. Sonando con su solidez habitual, la banda se presentó en formato extendido, sumando una guitarra de apoyo, una sección de bronces, percusiones y teclados para apoyar el sonido en vivo, mientras que un juego de luces colorido y visuales ad-hoc acompañaron toda la velada. Por otro lado, como parte de una tradición de la banda Lalo apareció disfrazado, esta vez ataviado con máscara de chancho que a ratos lo hacía parecer más bien un miembro de Slipknot. La banda continuó regaloneando a su público en Caupolicán, mientras que este respondió coreando a todo pulmón cada una de sus canciones, saltando e incluso formando pequeños moshpits en los momentos más álgidos del set, en medio de una cancha totalmente repleta. Por supuesto, fueron infaltables los Juanitos en el aire decorados en múltiples variantes.

Y así el set fue lanzando clásico tras clásico, dándole prioridad a discos como «Marca Chancho» (2000) o «Ríndanse Terrícolas» (1998) . Así canciones como «Historias de amor y condón” (en un versión bien rockera) o la festiva «Volantín» provocaron la locura del público. Del mismo modo, temas relativamente más recientes como «Multiricachón» fueron coreado de igual forma. Ya en la parte final de su set, continuaron con otros calados de su discografía como «Edén», «Me vuelvo mono» o «Locura espacial», mientras Lalo grababa al público mientras sonaban los primeros acordes. Luego agregarán un interludio Reggae mientras agradecen a su fanaticada. Posteriormente, en su primer bis utilizan la clásica intro de «Peor es marcar lauchas» (1995), para continuar con «Chancho». Como gran cierre vendrá una coreada «Eligiendo una Reina» en una versión ampliada que añadió en su sección intermedia un cover de «María Teresa y Danilo», del otro recientemente fallecido Zalo Reyes, para luego dar final a su show con un público muy arriba. Mientras despiden a sus seguidores volverán a sonar Los Peores de Chile con su hit «Cicciolina».

Luego de cerca de 20 minutos de espera, hará aparición en escena los mexicanos Molotov, quienes están en una pequeña gira por Chile, con shows previos en Concepción, Coquimbo (donde se dio una bullada polémica junto a Los Miserables), y un teloneo el día anterior a Guns N’ Roses. Al igual que los chilenos, su espectáculo comenzó homenajeando a otra banda ya conocida por acá, Control Machete, referentes del Hip Hop a nivel latinoamericano. En la gran pantalla se proyectaba una imagen de la banda mientras sonaba de fondo «Sí señor». Luego de esa intro saldrán a escena con una puesta escena sobria, pero efectiva, la cual se apoya de muy buena forma en las visuales que acompañan su espectáculo. Teniendo un sonido diferenciado de los previos Chancho en Piedra, el ambiente del Caupolicán cambió, pero ello no implicó que se perdiera energía o interés de los y las asistentes. El show iniciará con su extraño cover de ese clásico ochentero de Falco convertido en «Amateur», el cual logró enganchar a un público que terminó muy entusiasmado con el espectáculo previo. Como era de suponer, el set recorrió parte de su discografía aunque centrándose en «¿Donde jugarás las niñas?» (1997), álbum debut de la banda y su disco más exitoso hasta la fecha.

Así fueron sucediéndose las canciones mezclando éxitos con canciones menos conocidas de su repertorio, logrando un buen equilibrio para el público menos habituado a su propuesta. Temas como «Parásito» o «Gimme tha power» fueron coreados por todo el teatro, mientras la banda iba rotando en sus puestos como suele ser tradicional en sus shows. Luego de un extenso set de 23 canciones que incluyó otros que se adaptaron a la era más actual como «Lagunas metales» y su nuevo tema satírico «Quiten el Trap». La banda se despedirá a todo lo alto con su mayor éxito «Puto», el que fue cantado masivamente por un público ya estas alturas agotado, pero agradecido de una jornada con buen sonido, entrega y sobre todo fiesta rockera.


Zumbido.cl

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