Nota por Franco Zurita
Fotografías: Joselyn Heyden

Luego de su aplastante presentación como teloneros de Mercyful Fate el mes pasado y de haber sido parte del demoledor encuentro de gigantes entre Gojira y Mastodon hace dos años atrás, era cuestión de tiempo para que la poderosa comunión de Mawiza, comenzara a esparcirse a través del territorio y tras una invitación para grabar una sesión en directo en el Silver Cold Studio, propiedad de Joe Duplantier (Gojira), el cuarteto se presentó la noche de ayer en Club Ámbar en el relanzamiento de su destacado trabajo «Kollong», esta vez bajo la piel de Mawiza, quienes además de marcar la identidad y la esencia definitiva de la banda, con este concierto se buscaba recaudar fondos para el viaje en representación de la nación mapuche y del metal nacional, por lo que acompañados de la potencia de Chances, nos entregaron una poderosa jornada llena fuego, venganza y reivindicación. 

Entre el frío que abrazaba la capital desde tempranas horas de la tarde, se comenzaban a reunir los primeros invitados de la noche y de manera puntual, Chances daba inicio a este ritual ancestral.

Ya nos hemos topado en muchas ocasiones con el quinteto nacional y siempre es un agrado ver como en cada presentación se descarga toda la potencia y versatilidad de unos de los grandes nombres de la escena del metal nacional moderno. En un repaso por su corta pero intensa carrera, que se paseó entre si homónimo, su disco «Distancia Focal» y su nuevo single «Druidas», Chances como siempre, nos hizo mover la cabeza, abrir nuestros corazones y sacudir nuestros pensamientos ante los desgarradores relatos, filosas guitarras y aplastantes y vertiginosos breakdowns. Formula patentada por la banda nacional. 

Luego de ese descargo musical y emocional, y con un inconveniente que sugirió la baja de una de las bandas teloneras, Mawiza debía apresurar la marcha y culminar con este ritual.

Pasada las nueve de la noche y entre canticos y gritos de guerra, los anfitriones de la noche iniciaban la marcha bajo una intensa cortina de humo mientras que el cielo, teñido de rojo, iluminaba al batallón en la espera del primer himno de guerra para el comienzo de la revuelta. «Txükür» fue la primera patada en la cabeza del cuarteto y que se encargó de encender la noche y el entusiasmo de los más fanáticos, quienes no quisieron quedarse fuera de esta ceremonial noche. «Meli Witxan» y «Kumbague» fueron los siguientes cánticos que además de despertar los primeros mosh de la noche y musicalmente hablando, ser unas piezas musicales exquisitas y completas, nos declaran la rabia, el descontento y la reivindicación del pueblo mapuche. Acribillado, secuestrado, perseguido y apuntado con el dedo por el estado chileno en una lucha de medio siglo, Mawiza traslada todo ese odio cultivado por la avaricia humana y bajo el alero de la cosmovisión de un pueblo, hacia un estilo único en nuestro país denominado “Mapuche Ül metal” trasladando toda su génesis y hacia el género en idioma mapuzungun e incorporando ritmos y sonidos propios de la cultura. Esa es la esencia del disco «Kollong» y lo que la banda nos entregó anoche en Club Ámbar. «Killari», «Kutxal» y su particular versión de «Battery» de Metallica, la poderosa «Awükan» fueron otras de las poderosas manifestaciones que despertaron el instinto terrenal entre los invitados quienes fuimos transportados a los húmedos y ancestrales bosques de la Araucanía para ser testigos del dolor de un territorio tras los desgarradores manifiestos del grupo. Para cerrar la noche, la brutal «Mawiza Ñi Piwke» fue la lluvia que se encargó de mojarnos para luego ser electrocutados por la rabia relampagueante de este potente cierre. 

Con las guitarras hacia al cielo, elevando las energías al wenu mapu y honrando una cultura ancestral, Mawiza se despide del escenario de sus fanáticos entre la ovación de todo un recinto quienes de a poco se componían de este descomunal impacto sonoro. 

Mawiza está para cosas grandes no solo por la causa que defiende en un género que, si bien, ha divagado en culturas medievales y fantasías épicas, estos chicos vienen no solo a hablarte de una cultura ancestral y lejos de cualquier fantasía, sino que vienen a ponerte el pie encima de la mesa y declararte que por más que el occidentalismo lo quiera tapar con sangre, las raíces prevalecen. 


Zumbido.cl

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