
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías: Hugo Hinojosa
La cuerda no ha acabado en materia de conciertos del año. Ya a mitad de diciembre, la fiesta no para con la presencia de Los Amigos Invisibles nuevamente en nuestro país, ofreciendo tal como todas sus veces anteriores, canciones que se transforman en dosis de energía para nuestros cuerpos. Un show con invitados especiales y que, tuvo un cambio de horario que generó comentarios, pero en escena fue esfumó al compás de su catálogo Funk.

Una jugada que resultó interesante, por crear en otro tono el ambiente de intensidad en el recinto fue la presentación de Marcelo Toutin, el chileno-venezolano junto a su banda montaron motivos más cercanos al Pop Rock que recuerda actos emblemáticos de los noventa, además de algunas derivaciones ligada al Rock Alternativo y Post-Punk. Mostrando tracks de sus dos discos publicados «Carne de Manzanas» (2009) y «El Placer de Estar Aquí» (2017), y algunas canciones más recientes, aprovechó el tiempo «temprano» para dejar el primer calentamiento de esta jornada extensa.

Ya más estrecho en el sonido de la banda estelar, el compositor chileno C-Funk se hace presente con su banda Joya con destino a dejar la vara alta y supo hacerlo sin problemas. Era evidente en el público un porcentaje que está apegado a su obra solista con canciones como «Imposible», «Poppin» o «Bailar con Estilo» y otro muy distinto que era la primera vez que sonaba su nombre, pero terminaron enganchando por razones simples: el sonido preciso para lucir cada instrumento, su habilidad en guitarra y los ritmos que conectaron sin dificultad con ese estilo Funk, más actual y recordando glorias del pasado como «Chocolate» o, directamente con algunos cortes de Los Tetas -que fueron los más aclamados en su show- como «Planeta», «Papi ¿Dónde está el Funk?» con la participación en voz del baterista Alfonso Faúndez y dejando en bandeja el final las sabrosas «Cha-Cha-Cha» y «Corazón de Sandia». Terminando su actuación, el artista sale con rostro de satisfacción no solo por estar en otra instancia junto con los venezolanos, sino también de presentar su música a oyentes que nunca se había familiarizado con su nombre.

Siendo cerca de las 23:30 como se avisó en el cambio de horario avisado en plena tarde del mismo día -originalmente iban a tocar a las 21:10-, Los Amigos Invisibles parten su show interpretando «Amor», avisando todo un viaje hacia el pasado y el presente, más cuando las siguientes fueron «Dulce», «Qué Rico» y «Mal Pensada», la primera de las canciones del último álbum «Cool Love» (2022). El vocalista Julio Briceño agradeció a los asistencias por la paciencia en este cambio de horario y argumenta el suceso: El percusionista de la banda no pudo arribar a Chile, lo cual un integrante de Rawayana -banda también de Venezuela que se presentaba en Teatro Caupolicán a pocas cuadra- se ofreció a participar, haciendo una doble presencia en dos eventos, dejando claras las cosas para que ese detalle esencial no se desperdiciara.

«Mujer Policía», «Ultra-Funk» y «El Disco Anal» fueron otros del repertorio clásico que no había dudas que ya habían formado toda una pista de baile, atentos con crear coreografías y que solo existiera la gozadera en el teatro, desarrollada con técnica y sabrosura con la banda comandada por Julio y Catire en bajo -el batería «Mamel» Roura no estuvo presente, siendo solo ellos dos los miembros originales-. Otros cortes del nuevo disco cayeron en «Tuyonama» y «Antes de Dormir», siendo ésta la parte más sensual, aterrizada y menos alborota, sin desvanecer nada de lo desarrollado, ya que «Viviré Para Ti» y «Espérame» apoyaron este segmento para ser un puente con los momentos más disfrutables que después explotaría.

Ya en su última parte había que colocar la picardía nuevamente, los hitazos «La Vecina» y «Cuchi-Cuchi» estuvieron presentes, como también un extracto «Hasta que te Conocí» de Juan Gabriel como homenaje y rematando con la divertida «Ponerte en Cuatro», uno de los más populares del «The New Sound of the Venezuelan Gozadera» (1998) que significó más para el ambiente formado, lleno de alegría y sin problemas entre el público para tener su propio espacio al querer bailar y disfrutar estos compases de Funk Latino que choca en nuestros rostros. Como era de esperarse, «Mentiras» y «La Que me Gusta» son parte del otro repertorio de la banda que se ganaron su puesto por razones obvias, siendo los números que concluyen esta nueva visita del grupo, pero había un espacio para otro más.

Como suelen ser sus presentaciones, ocupan referencias de otros temas para encajar en la estructura de sus setlist: Aparecieron guiños a «Around the World», «Don’t Stop Believin’», «Barbie Girl» o «Billie Jean», pero la más entretenida fue el riff principal de «Smells Like Teen Spirit» que terminó mutando en una pieza de introducción de Merengue, siendo finalmente «El Baile del Sobón», otro tema del «Arepa 3000: A Venezuelan Journey Into Space» (2000) -que fue el disco más tocado en este show- como el broche de oro. Era imposible fallar en este reencuentro nocturno, que hizo olvidar completamente la decisión a las horas previas con este regreso de Los Amigos Invisibles que se sintió como olas de la playa para capear el calor proveniente de las amenazantes temperaturas del próximo verano. Hay que terminar el año de una forma especial y se concretó con frescura.
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Setlist:
01. Amor
02. Yo No Sé
03. Dulce
04. Váyanse todos a Mamá
04. Qué Rico
05. Mal Pensada
06. Dame el Mambo
07. Mujer Policía
08. Ultra-Funk
09. El Disco Anal
10. Tuyonama
11. Playa Azul
12. Antes de Dormir
13. Viviré Para Ti
14. Espérame
15. La Vecina
16. Tócamela
17. Cuchi-Cuchi
18. Ponerte en Cuatro
19. Mentiras
20. La Que me Gusta
21. El Baile del Sobón




















