Por: Johanna Jara M.
Fotografías: Darling Castro

Tres noches serán las encargadas de presentar al reconocido cantautor uruguayo Jorge Drexler, desde el 19 al 20 de mayo en el Teatro Caupolicán. En el marco de su gira por Latinoamérica, Drexler vuelve a los escenarios tras alejarse por la situación sanitaria que vivió en España donde reside. Nos presenta su nuevo álbum Tinta y Tiempo, que precisamente fue compuesto en el confinamiento y lanzado este 2022. Disco diverso, que habla sobre varias temáticas que fueron reflexionadas en periodos de pandemia: el nacer, el amor de pareja, el amor al arte, la concepción del tiempo hoy, entre otras, además de colaboraciones con Martin Buscaglia, Noga Erez y C. Tangana.

El Teatro Caupolicán comienza a llenarse mientras telonea la banda chilena Laia, compuesta por las hermanas Squella, representantes del nuevo folk chileno. A eso de las 20:00 horas el público comienza a impacientarse, y no fue hasta las 21:19 que aparecen sus músicos y Jorge Drexler sale a escena, vistiendo un traje gris y zapatillas blancas. Tras gritos y aplausos de sus fanáticos, el artista saluda a Santiago y agradece, al ya conocido, Teatro Caupolicán.

Abre su show con el audio de 3 mensajes de whatsapp sobre la era mesoproterosoica, que luego sabremos, fueron enviados por su prima científica en conversaciones pandémicas, para así introducir “El plan maestro”, canción que también es la primera de su último disco. Antes de presentar “Corazón impar”, la siguiente canción, Jorge nos entrega un sentido discurso sobre lo que significó para él el momento más duro del confinamiento por covid y cómo pronto podremos relajar las medidas sanitarias hasta que podamos compartir el mismo trago, como antes. Seguido de esta, también la segunda canción de su álbum, nos deleita con unos de sus mayores éxitos “Me haces bien” y el público del Caupolicán corea cada estrofa de esta, quizás la canción más citada de su carrera. Seguido, otro de sus éxitos de siempre, “Fusión” cantado a coro con Alana, su excepcional corista, que al igual que las otras mujeres que lo acompañaban, debutan en Chile.

Continuamos con “Bendito desconcierto”, también del nuevo disco, para seguir con “Inoportuna” y canciones de su primer disco, en este punto, Drexler nos cuenta, entre anécdotas, que este año se cumplen 30 años del lanzamiento de su primer disco La luna que sabe robar (1992), y reflexiona en torno al paso del tiempo y sus estragos. En cada historia que cuenta, establece complicidad con su público, que aprovecha cualquier silencio para gritarle alguna frase al artista, quien responde cada una de ellas, haciéndolas parte de la trama de su espectáculo. Es momento de interpretar “Oh algoritmo” quizás la canción más experimental de su último disco, seguida de los éxitos “Salvapantallas” y “Asilo”, desgarradora canción de amor que interpreta con su corista Miriam, quien hace la voz de Mon Laferte, en un ambiente muy íntimo, potente y cargado de poesía.

Es momento de “Tinta y Tiempo” canción que da título a su último lanzamiento, tras una sentida reflexión sobre el proceso creativo y sus dificultades en periodos difíciles. Continuamos con “El día que estrenaste al mundo”, canción inspirada en fotos del nacimiento de sus hijos. Al término de esta canción, Jorge es interrumpido por una persona que le entrega un galardón por transmisión vía streaming, anécdota que se toma con humor y agradecimiento, para dar pie a un momento especial en el que el artista interpreta íntimamente canciones elegidas por el público, como “Horas” y “La edad del cielo”. Ahora, nos introduce “Duermevela”, también canción de su último disco para continuar con “Movimiento” éxito de su disco Salvavidas de hielo, canción que dedica a todos los inmigrantes presentes, hermanos de Latinoamérica. Entre historias narradas y actuadas con un alto nivel de carisma, el ambiente se torna sensual e interpreta el hit que tiene con C. Tangana “Tocarte”.

Sigue con “Telefonía” y “Silencio” para terminar con agradamientos por esta hermosa noche, por un lado a la calidez del público y, por otro, a la productora La Clave con quienes mencionó trabajar desde hace más de 12 años. Se despide así y es momento del primer intervalo de la noche.

A su vuelta, tras gritos y ovaciones del teatro Caupolicán, aparecen en escena y nos entregan cuatro canciones más: “Cinturón blanco”, dedicada a su esposa, “La luna de Rasquí” canción introducida con una anécdota, en unas de sus visitas a las paradisiacas playas del caribe venezolano, “Todo se transforma” uno de sus éxitos más importantes, de hecho su canción más reproducida en Spotify, para finalizar el concierto con “Amor al arte” interpretada a capella con todos sus músicos y coristas de pie sobre el escenario. Así, todos abrazados, se despiden, para dar cierre a la primera noche de tres fechas agotadas en Santiago.


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