Texto por: Hugo Hinojosa

Fotografías: Daniel Sáez

Pocos minutos antes del inicio del show de In Flames en Chile, la ansiedad se notaba en el aire. Un Teatro Coliseo repleto e impaciente se aprestó para la primera descarga, con la breve introducción en guitarra acústica de «The beginning of all the things that will end», anunciando la calma antes de la tormenta.De tal modo, «The great deceiver», explotó en nuestras caras marcando el tono de la noche, uno que no tuvo concesiones, con un sonido que a medida que transcurrió la jornada fue definiendo su potencia. Toda la energía contenida emergió de lleno con el primer clásico de la noche, «Pinball map», que sonó demoledor, con un público que se entregó al moshpit sin contemplaciones durante toda la jornada. Sin pausas, la velocidad y furia de «Everything’s gone» inundó la cancha del Teatro Coliseo.

El regreso a sus orígenes, una constante del show, vino de la mano de «Ordinary story», de «Colony» (1999), un tema importante para la banda porque fue la apertura a su sonido más mainstream. La estética moderna emergió con «Graveland», con un riff muy representativo de su entrada a la segunda década del 2000, con un Anders Fridén llenando de rabia su garganta. Vendría entonces la primera intervención con el público, agradeciendo a la audiencia sudamericana asistente y dando el paso a «su viaje al pasado», lanzando «Behind space», de su primer álbum «Lunar strain» (1994), como una bomba en medio de la cancha. La máquina del tiempo no se detuvo y avanzó hasta «The jester race» (1996) con «Graveland», no sin antes bromear con el público y encender los ánimos con las clásicas comparaciones entre públicos latinoamericanos.

De ahí vino «The hive», de Whoracle (1997) causando la alegría de los fans más antiguos de la banda, quienes estaban siendo complacidos con temas de sus primeros álbumes. Luego sería el turno de «Cloud connected», canción muy representativa del cambio sonoro de la banda a inicios del 2000. Vinieron nuevamente agradecimientos al público, que en palabras de Fridén, hacen posible que la banda siga existiendo. También hubo momento para «Clayman» (1997), con otro himno como «Only for the weak». Luego de ese largo repaso por sus primeros discos, la banda avanzó hacia sonidos un poco más actuales. Dando cuenta de la versatilidad de su sonido, «The quiet place» trajo los riffs de su etapa más cerca del Nü Metal.

Luego de casi una hora de show, hubo instancia para traer nueva música a escena con un repaso de «Forgone» (2023), a cargo del tema que le da nombre al disco, una canción muy en la línea clásica de la banda, acelerado y lleno de riffs melódicos, y que llevó a la asistencia a levantar sus puños. La continuación fue «State of slow decay», otro misil de Death Metal Melódico, rápido y agresivo.

De ahí vendría un pequeño descanso con «Alias», de «A sense of purpose» (2008), que fue coreada por toda la asistencia, quienes también respondieron al grito de «Scream for me Santiago«, tan habitual en Bruce Dickinson, de Iron Maiden. Pero el descanso fue acotado, porque de inmediato vino «The Mirror’s truth», también del mismo disco de 2008. El momento de humor vino con la insólita llegada de un limón al escenario, ante la incredulidad de Fridén, quien solicitó a un fan que firmara el fruto, causando las risas de la asistencia. Con ello vino también la presentación de la banda y sus integrantes. El regreso a la música vino con «I’m above», del más reciente «I, the mask» (2019), la que fue concluida y señalada como la despedida. El “olé olé” no se hizo esperar, y la banda solo aceptó este cariño en silencio y observando a su público. «Es difícil encontrar palabras, solo gracias gracias gracias» agregó para cerrar Fridén.

Obviamente, no sería el final definitivo y el cierre no podría ser mejor con «Take this life», de «Come clarity» (2006), convocando a un último despliegue de energía desbordada de parte del público. Con ello la banda se acercó afectuosamente a saludar a quienes asistieron, cerrando un show con especial cuidado de sus fans, brindando un set lleno de clásicos y dejando la vara muy alta para las futuras presentaciones de la agrupación en el futuro. Sin duda, uno de los grandes espectáculos de metal del año.

Puedes ver la galería completa de este evento aquí.

Setlist:

01. The Great Deceiver

02. Pinball Map

03. Everything’s Gone

04. Ordinary Story

05. Darker Times

06. Behind Space

07. Graveland

08. The Hive

09. Cloud Connected

10. Only for the Weak

11. The Quiet Place

12. Foregone Pt. 1

13. State of Slow Decay

14. Alias

15. The Mirror’s Truth

16. I Am Above

17. Take This Life


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