Texto por Ricardo Arredondo
Fotografías por Hugo Hinojosa
Desde temprano y a goteras la gente se fue dejando caer en el Teatro Cariola para lo que sería uno de los debuts más esperados de este segundo semestre. Los suecos Imminence, que vienen dando mucho que hablar durante los últimos años, pisaban finalmente el suelo chileno para dar su primer concierto por estas lejanas latitudes.
La apertura estuvo a cargo de dos bandas nacionales: Defragment y All Tomorrows. Los primeros fueron los encargados de abrir ante un puñado de fanáticos que se animó a llegar temprano. A pesar de algunos problemas de sonido -en los cuales costaba distinguir los instrumentos ante la muralla de sonido arrolladora que creaban- mostraron sus credenciales y su virtuosismo para el deleite de los más apañadores y fueron un la cuota de brutalidad de la jornada. Distinta suerte fue la que corrió All Tomorrows, ya con una sala algo más llena y con un sonido más definido -aunque también con leves problemas de definición, que ya a esta altura asociamos más a la acústica del recinto- fueron una dosis de metal que empezó a despertar al público, donde empezamos a ver más euforia, más saltos y más headbang. All Tomorrows es una banda de enorme trayectoria, que no se refleja en un simple número, sino que se demuestra en la sólida performance que dan en vivo. Número seguro.
A eso de las 21 hrs, y con el lindo detalle de una espera marcada por una playlist de artistas suecos –In Flames, The Hives, Refused, Robyn, entre otros- hizo su ingreso Imminence. Suenan los primeros acordes de “Temptation” y el público grita para darle la bienvenida a los suecos. Cae el primer breakdown y el público explota. Sin respiro, es el turno de “Desolation”, donde pudimos ver el primer circle pit de la noche y escuchar los coros del público.
Las luces suaves te hipnotizan junto al violín de Eddie, que se asoma como director de orquesta de un público que empieza a gritar “Imminence, Imminence” como muestra de cariño. Cae “Heaven Shall Burn”, uno de sus más grandes éxitos y la emoción fue desbordante. La banda hace sonar de forma espectacular un recinto que es complejo, y la energía de Eddie funciona como un catalizador de un público que no hace más que agrandar el circle pit en cada canción.
Es raro, pero Eddie Berg es un frontman muy carismático sin decir demasiadas palabras. Es algo en su actitud, en su sonrisa cuando escucha cantar al público, y en la dulzura que demuestra al tomar la bandera chilena y hacer un corazón con sus manos, lo que se contrapone con la brutalidad cuando entona esos graves guturales. Parece un sujeto muy querible y apretable que quiero que sea mi amigo.
Otro elemento a destacar, es la preocupación estética de la banda. Detalles visuales que crean momentos únicos que los desmarcan de otras agrupaciones. Ya de por sí, el hecho que su vocalista haga impresionantes gritos mientras toca el violín crea postales increíbles. A eso, sumarle -por ejemplo- cuando Harald Barret toca la guitarra con el arco de un violín: se va al frente del escenario, crean la expectativa y cuando lo hace es un momento que todos quieren registrar en sus teléfonos. Una jugada muy inteligente por parte de ellos, al igual que los momentos en donde Eddie grita a través del violín para escuchar su voz distorsionada. Memorable.
El momento más brutal fue con “Death Shall Have No Domination” con un breakdown absolutamente brutal que caló en lo más profundo del cuerpo de quienes asistimos a este ritual que tenía a cientos de asistentes alucinados por la calidad del show que pudimos ver. El final lo marcó “God Fearing Man”, que luego dio el paso para “The Black”, y cerrar el concierto a lo grande.
Lo que vivimos anoche en el Teatro Cariola fue algo impresionante. Cuando hablamos de Imminence como la nueva joya del metal europeo, no es algo al azar. Y esta noche quedó demostrado que están para grandes cosas. Un concierto que puede quedar -sin ningún problema- entre lo más destacado del metal de este año en Chile. Esperamos que no pase mucho tiempo para que vuelvan a este rincón del mundo. Quienes estuvimos ahí, seguro comenzaremos a correr la voz y peregrinar con el nombre de Imminence, porque lo que presenciamos es algo que mucha más gente debería vivir en carne propia. Esperamos sea un hasta pronto. ¡Hasta muy pronto!
Setlist
- Temptation
- Desolation
- Heaven Shall Burn
- Beyond the Pale
- Death by a Thousand Cuts
- Erase
- Ghost
- Infectious
- Come What May
- L’appel du Vide
- Come Hell or High Water
- God Fearing Man
- Death Shall Have No Dominion
- The Black
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