Álbum: «Getting Killed»

Artista: Geese

Género(s): Indie Rock / Art Rock

Año: 2025

Texto por: Ricardo Arriagada Gómez

Los neoyorquinos Geese ya tienen ganado la definición de ser una de las bandas más creativas, interesantes y prometedoras del Rock en los últimos años, esto debido a la atención y aprecio del álbum anterior “3D Country” (2023) y la aclamación de los críticos con “Heavy Metal” (2024), disco solista del vocalista Cameron Winter. Dos polos que dan paso a este nuevo LP, y nuevamente está en la cima.

El ahora cuarteto -luego de la partida de Foster Hudson, uno de los guitarristas, hace un par de años-, dejaron florecer su quinto trabajo discográfico con una variedad de temas entre lo distópico, lo complicado de la vida moderna y hasta historias románticas poco convencionales exprimidos en el tipo de humor y diversión que han demostrado, con la llamativa participación de Kenny Beats como co-productor, sabiendo que su rumbo y nombre está ligado al mundo del hip hop.

Parte con todo al son de “Trinidad” tal como se gusta entre lo caótico y bello, jugando con un extraño tema que te engancha de una con sus elementos experimentales y artísticos. Cuenta con la invitación de JPEGMAFIA en los estribillos gritando “There’s a bomb in my car”, que puede simbolizar lo que expone en el track, sobre rechazar estar en una sociedad inmunda y buscar algún sitio paz, sea un paraíso o derechamente la muerte. Vuelven por un momento con sus influencias Country con “Cobra”, un tema de amor sobre la tensión cercana de dos amantes, usando la metáfora de la serpiente cuando baila con una flauta como en los cuentos que escuchamos desde pequeños, aunque en un tono deteriorado. Un gran track que nos recuerda indirectamente a Wilco. En una idea parecida con “Husbands” destacada con lo estupendo que suenan las percusiones, la guitarra melódica de Emilyn Green, las voces armónicas de Winter con su timbre peculiar.

Turno de la canción Homónima, una extraordinaria pieza que reflexiona sobre sentirse vacío de no saber qué hacer con el dolor, que se expone en el mundo y el propio no se visibiliza, con la autonomía como vía de escape. La instrumentación es poderosa, desde los riffs, la batería de Max Bassin y las voces que invaden de fondo. Toman un descanso con la simple “Islands of Men” de patrón constante que suma cosas dentro de su segunda mitad de manera genuina, intercalando a uno de sus singles “100 Horses”. Parecido al primer tema, usa la metáfora de los caballos y números cerrados para satirizar los tiempos de guerra, donde existe una obligación de distraer al resto de la gente mientras lo atroz y el sufrimiento se percibe, con un ritmo que mezcla blues, funk y rock sicodélico.

Otra caprichosa canción de amor llega en «Half Real», algo irreverente en su lírica, a pesar de tener una cautivadora forma de expresarse entre el aspecto vocal y su tono folk. Más atrevida e impresionante es «Au Pays du Cocaine», de tono rockero sofisticado con temáticas de navegación, adicciones y circunstancias para mantener firme una relación. Es el momento más honesto del disco, que cumple con resaltar el lado bueno dentro de lo tormentoso. Conectada con ella y vista en primera persona, «Bow Down» tiene una inspiración musical genial cercana al krautrock, como otro de los destacados en manera instrumental.

Su conclusión no defrauda en nada, con «Taxes» el primer adelanto que apareció en esta nueva etapa y puesta como penúltimo tema, tiene mayor sentido a lo que nos hablan sobre las culpas, aislamiento y no quedar en la eterna lástima bajo una composición hecha entre Indie / Art rock que son los factores principales que reinan en su sonido actual. Cierra de manera perfecta en la tremenda «Long Island City Here I Come», con referencias religiosas o de personas en épocas de enfrentamientos históricos, el camino hacia el deceso y la búsqueda inalcanzable de la identidad, que es el barrio residencial de Nueva York mencionado como el centro de toda la perdición. Algo que no puede sentirse sin sentido, pero con todo el contexto expuesto a lo largo del LP y la grandilocuente forma de ejecución sonora, termina siendo una odisea de más de seis minutos.

Es así como «Getting Killed» se convierte en otro triunfo para Geese y el momento indicado para expandirse en fronteras cuidadosamente, con un entretenido y soberbio disco que es una representación del embrollo mundial junto con el rock más cool. Contundente candidato a uno de los mejores álbumes del 2025.

Canciones Esenciales: Trinidad – Cobra – Getting Killed – 100 Horses – Bow Down – Taxes – Long Island City Here I Come

Lista de canciones:

01. Trinidad

02. Cobra

03. Husbands04. Getting Killed

05. Islands of Men

06. 100 Horses

07. Half Real

08. Au Pays du Cocaine

09. Bow Down

10. Taxes

11. Long Island City Here I Come


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