
En medio de un momento desequilibrado de Netflix por sus malas decisiones y jugadas que ha hecho perder suscripciones, ha estado intentado con algunos títulos llamativos y producciones propias con interesante contenido para seguir aportando…en eso, documentales y docu-series han sido un punto a favor. Esta semana apareció en la plataforma «Fiasco Total: Woodstock 99» dirigida por Jamie Crawford que es una docu-serie de tres episodios que va directo hacia el caos y la escena de lo peor de las condiciones humanas en el Festival Woodstock de 1999, que quería replicar su influencia cultural de su primera edición en 1969, como también poder conseguir lo que no se generó de recursos en su intento de 1994. Curiosamente, este proyecto aparece un año después de «Woodstock 99: Peace, Love, and Rage» (2021) que es del mismo enfoque, aunque su duración es menor y más sintético, pero el grado de impacto está a la par.
En sus tres episodios, cada uno representa un día del evento -cabalmente 23,24, y 25 de julio, sin contar su pre-show del día 22- además de sus antecedentes previo al festival y consecuencias a su término. Con un porcentaje de muestra sobre algunos artistas participantes, el resto recae en todo su siniestro círculo que vino como efecto dominó hacia su nefasto resultado: el calor insoportable con las pocas fuentes de hidratación, las ventas excesivas, la poca higiene y muchas drogas que terminarían en actos de vandalismo, violencia y ataques sexuales, evidenciando el poco interés en la seguridad, la falta profesional de la organización y la respuesta del público frente a los artistas. Se presentan momentos como los shows de Sheryl Crow, Korn, Limp Bizkit, Fatboy Slim, Red Hot Chili Peppers y más, donde pone énfasis en cada problema que cada vez era peor.

El testimonio de algunos asistentes y trabajadores son clave para la comprensión de este evento que marcó historia por ser uno de los momentos más oscuros en la música, contando con algunos de sus encargados Michael Lang -que falleció pocos meses después de su entrevista para el documental- y John Scher, en el cual llama la atención la escasa autocrítica hasta la fecha por no procesar el manejo irresponsable que dejó la flor colorida conservada por décadas hecha cenizas. A diferencia del otro trabajo hecho por HBO Max (más ácido en su apunte con la masculinidad tóxica y teniendo el caso de una persona que perdió la vida en el festival), muestra mayor cantidad de otras caras y registros exclusivos, reflexionando que parte de estas conductas todavía no están cerca de arreglarse, precisamente en la forma de montar un festival y ser consciente de manejar a una audiencia sin provocaciones. El docu-serie está disponible en Netflix y esta es la invitación, con la advertencia por su contenido explícito, especialmente por muchas imágenes que no deja pensar en otra que, la realidad.





















0 Comments