
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías: Joselyn Heyden
Pasaron tres años para que este festival que ha tenido números espectaculares y algunos problemas pese a seguir adelante, esté presente con nosotros con su versión 2022. En su primer día, solo contaba con la presencia de tres artistas, pero por algunos inconvenientes logísticos se tuvo que bajar de la parrilla Devendra Banhart -su participación será en un show en solitario programado para marzo 2023-, además de cambiarse al Teatro Coliseo en vez de ser en el Movistar Arena como se ha promocionado, lo que hizo que fuese una primera jornada más liviana, más corta y un poco agrietada. Con sus números, dieron cara para lo que vendrá adelante.

Rosario Alfonso
Abriendo el festival y marcando las 20:15, la chilena Rosario Alfonso con su formato de Cantautora y su propuesta Indie Folk, toca su cuatro venezolano con delicadeza, en compañía de Alfonsina García en ukelele y Chalo Molina en contrabajo. Se mostraban entusiasmada por ser su primera vez en un evento grande y que sirviera como una de esas experiencias que después se replican. Pasó temas de sus discos «Lo Primero» (2018) y «De canciones tristes y otras sutilezas» de este año en el que cada vez que avanzaba, las propias canciones invitaban a los espectadores en aplaudir más y acompañar en sus compases, como sucedió en la tierna «Canción para Acunar», la melancólica «Negación» o su cierre movido de «Sácate las Ganas», entre otras. Fue un corto, pero lindo show que sufrió el peso del porcentaje de gente que no asistió, y sin embargo interesó a nuevos oyentes que estaban esperando a la agrupación estadounidense.


The Magnetic Fields
Los originarios de Boston con más de 30 años de carrera aterrizaban por primera vez en Chile y mostraron un repertorio que sobrepasaba las 25 canciones, esto es debido a su particular estilo de Indie Pop con relatos cortos o que no superan generalmente los tres minutos de duración. Mucho de los que se esperaba de The Magnetic Fields estuvo en el recital, con la curiosa mirada de no ser tan agitadas pese a que gran parte de la audiencia -jóvenes y adultos- cantaban con ganas e incluso bailaban. «Come Back From San Francisco», «The Day the Politicians Die», «Papa Was a Rodeo» o «All My Little Words» son parte de esta extensa lista donde se toparon con esas acciones, apreciando la voz barítono de Stephin Merritt y su diferencia armónica con Shirley Simms y el apoyo secundario de Anthony Kaczynski en guitarra, el cello de Sam Davol y los teclados de Chris Ewen que formaron esta ejecución íntima. Como se notó en los temas mencionados, gran parte de los cortes fueron de su obra más conocida: «69 Love Songs» (1999), mientras que su complemento albergó nueve de sus discos.

En esta jornada, hay que nombrar posiblemente el mayor problema detectado que afectó gran parte de los shows: el sonido. Entre rebotes, ecos casi de iglesia formados en el teatro y micrófonos de volumen bajo. Era complicado escuchar los comentarios de sus protagonistas y se interponían las conversaciones de las personas presentes. Pasó con Rosario al querer comentar algunos tracks o en momentos plenos cantando que no estaban ecualizados con los parlantes, o cuando Stephin Merritt al introducir parte de su repertorio, era casi imposible descifrar qué cosas dijo. Con el show de The Magnetic Fields, se dio que empezara con micrófonos en bajo volumen (ni siquiera estando adelante se sentía cómodo) y que al arreglarse, el problema seguía para quienes estaban más lejos del escenario.


Concluye este primer día, que fue una ligera bienvenida, donde los problemas seguían presente y es importante que se presente soluciones para ser justa con los siguientes días donde el cartel se potencia de público y artistas.





















0 Comments