Texto por Lucas Araya
El destacado músico y productor nacional celebrará cuatro décadas de carrera musical este sábado 18 de octubre en el Teatro Municipal de Santiago en una cita imperdible donde visitará cada rincón de su exquisito y amplio universo musical y estético.
Carlos Cabezas (Ovalle, 1957) es un nombre fundamental dentro de la música popular chilena. Su labor como compositor, guitarrista, productor y creador multifacético lo han instalado en lo más alto de nuestra escena, moviéndose siempre contra la corriente y más cercano al margen para llegar siempre al centro del huracán sonoro y lírico.
De esta forma, Cabezas goza de un reconocimiento total debido a su constante trabajo visionario, potente y altamente influyente, marcando una escuela de hacer las cosas y erigiendo un monumento artístico de ética y estética.
Con destacados álbumes en distintas épocas y liderando proyectos tan variados y multi sonoros como Electrodomésticos, La banda del Dolor, una prolífica carrera solista (con sonoridades que van desde la electricidad furiosa a las penumbras más profunda), Cordillera y una extensa lista de bandas sonoras y colaboraciones, dando cuenta así de un espíritu inquieto y siempre creativo.
Todas estas etapas y formaciones se darán cita en el Teatro Municipal de Santiago este 18 de octubre para celebrar la mágica genialidad de las tinieblas hachas luz en la mente y alma de Carlos Cabezas para el mundo.
Dentro de todas estas galaxias luminosas, hemos seleccionado algunos momentos esenciales de la carrera del maestro de la oscuridad.
Electrodomésticos, Carrera de éxitos (1988)
La segunda entrega del combo indomable compuesto en ese entonces por Cabezas, Paredes y Medina con la trompeta de Durot. Un viaje por las calles y rincones de un Chile invisible pero presente.
Difícil de encontrar hoy en día, pero totalmente valioso en su búsqueda y su entrega. De acá sale “El frío misterio”, una joya con sabor amargo y metálico
Carlos Cabezas, El Resplandor (1997)
En su debut solista, Cabezas despliega un mundo donde brilla toda su ocurrencia estética, moviéndose entre mares metálicos, montañas eléctricas y superficies ásperas de tormento.
Con fuerte rotación radial y en los escasos medios musicales del audiovisual, sus tres singles quedaron en las ondas sonoras de una sociedad al borde del colapso de la transición hacia el nuevo siglo.
Descatalogado en formato físico, el álbum se transformó rápidamente en una pieza de culto, digno de constantes escuchas y de la realización de investigaciones y trabajos escritos dedicados a esta magnífica pieza inmortal.
Acá el libro de Gonzalo Planet
Has sabido sufrir (2011)
Grabado en el bar Liguria una noche de 2010, este disco contiene la pasión e intriga que el bolero provoca en Cabezas, dándole un giro casi paranoide a la angustia y el dolor.
Un ambiente lleno de humo, lamentos y percusiones que marcan la marcha hacia el lado oscuro del corazón, nuestro héroe y sus secuaces se sumergen en sonidos latinoamericanos, desbordando las venas y las palabras en un trabajo indispensable.
Cordillera (2024)
La unión de los talentos y visiones de Cabezas y Angelo Pierattini dio paso a la creación conjunta de un sonido tan latinoamericano como universal.
Con el peso del desierto, la grandeza de las montañas y la inmensidad del mar, estos dos incansables creadores nos regalan un sonido que se queda pegado en la piel y nos hacen flotar hacia territorios desconocidos con aroma a deja vu y guitarras sangrantes que abren el camino hacia lo eterno.
Electrodomésticos, Mirar la luz (2024)
Luego de un extenso camino recorrido siempre en plenitud y claridad, Carlos Cabezas lidera una vez más el clavado de Electrodomésticos hacia las aguas radiantes de la música por venir, dando forma a un excelente álbum, refrescando sus propias orillas y cubriendo la escena local con sus olas de espuma sonora.
Con excelentes críticas y un premio Pulsar para coronar su vuelo, el disco más reciente de la banda eterna de Cabezas es un punto exacto desde donde mirar hacia atrás para buscar/encontrar el punto exacto en que el pasado se transforma en el futuro que se escapó y se transforma en un aquí y ahora contante.
Esto y mucho más podrás disfrutar en el principal escenario del país en una tarde-noche que marcará la historia de nuestra música.
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