Estuvimos frente a una noche singular repleta de Blues, Rock y psicodelia. Un Rock totalmente creado de los colores y festiva energía. Este encuentro no fue como cualquier otro, fue encabezado por la exitosa banda Blue Spills, pero antes de que llegara su presentación en nuestro país, contaría con la participación de grandes exponentes nacionales como lo son El Cruce y Aguaturbia.

El Cruce fue el plato de entrada para una noche de Psyco-Rock y Blues. Con un set corto pero muy potente, hicieron cantar al pequeño grupo de gente que se animó a llegar a primera hora al Teatro Cariola. Felipe Toro, voz principal, lideró a una banda muy afiatada que, canción tras canción, demostró porque es una de las bandas insignes del Blues nacional.

En una rítmica totalmente diferente, nos encontramos con la psicodelia de Aguaturbia, quien provocó una tormenta de Rock al estilo setentero, ahogándonos en los infinitos colores musicales que 50 años te pueden dar como escuela creativa. Sus hits corrieron como un alud, maravillando y cautivando a los espectadores que ya poblaban todo el Teatro Cariola. Su puesta en escena tiene la energía de cualquier banda veinteañera, es increíble sentir esa pasión musical y transmitirla con la vivacidad, rítmica y tal pasión que la audiencia se histriónica a cada son.

El momento que el público esperó a cada segundo de esta noche, Blues Pills por primera vez en Chile. Apenas pisaron el escenario, fueron bien recibidos los aplausos de miles de seguidores que esperaban ansiosos al Rock de la band, inmortalizando esta primera vez en momento cargado de euforia. Con gran alegría la cantante Elin Larsson los saluda a todos, creando gran impacto en la audiencia, de inmediato, y haciendo gala de su histrionismo en escena abrió paso al resto de la banda que se dispuso a calentar la noche con su primera canción.

Para muchos de nosotros fue inevitable considerar la perfectamente pulcritud de su sonido -como si fuera un disco de estudio- transportándonos durante toda la noche a canciones de Rock psicodélico moderno. Su sonido es crudo y salvaje, pero ablandado por la voz de Larsson.  Su transmisión de energía imparable a través de la locura de su interpretación y movimientos, te transporta a un cálido sonido de antaño. Lo que resulta sobre el escenario es una mezcla legítimamente perfecta de influencias de Rock psicodélico, el Rock and Roll de los años 60´, de la vieja escuela. 

Sin duda, Blues Pills es una prueba viviente y  fiel de que el Rock aún resiste y persiste a los embates del tiempo. Su show avanza y enciende a fuego lento la hipnótica música, el público estremecido grita con cada riff y sube anímica la temperatura a lo más alto con tanta naturalidad, que el espíritu de la noche rockequera no parará hasta el final, porque sus canciones más lentas también tienen una cualidad mágica. 

Su manejo sobre el escenario es casi perfecto: saltos, movimientos de headbanging y la más pura actitud, son lo único que necesitas para entender frente a lo que estás.


Zumbido.cl

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