
Texto por Franco Zurita
En el mapa del metal extremo, hay un nombre que resuena como un rayo ancestral y que se ha convertido en sinónimo de grandeza, oscuridad y poder. Desde los abismos de Polonia, Behemoth, la banda liderada por Adam “Nergal” Darski ha forjado un sonido puro e inconfundible a través de un imperio musical en donde lo brutal y lo majestuoso conviven en un equilibrio cósmico.
Fundados a inicios de los años noventa, Behemoth comenzó su viaje en los reinos del black metal más crudo y primitivo, pero como todo ser mitológico mutó a lo largo de estas décadas hasta transformarse en un metal extremo híbrido, en donde la violencia sonora se entrelaza con arreglos ceremoniales, atmósferas apocalípticas y un aura casi teatral que simulan liturgias oscuras y blasfemas.
Obras como “Satanica”, “Demigod”, “Evangelion” o “The Satanist” son capítulos de una epopeya que desafía, quiebra fronteras y convierte la oscuridad en un acto de resistencia espiritual. Una proeza brutal, devastadora y poética. Hoy, Behemoth se erige como uno de los titanes indiscutidos del metal extremo mundial. Su legado es una huella imborrable que han dejado en el corazón del género: una mezcla de caos, misticismo y grandeza que sigue devorando el mundo como la bestia que les da su nombre.
El próximo 2 de Octubre, el Teatro Caupolicán será el epicentro del aquelarre satánico comandado por Behemoth quienes regresan a nuestro país en compañía de los norteamericanos de Decide y su compatriota Nidhogg para abrir las puertas del averno y encender con el fuego toda la capital.
Las entradas están disponibles a través de Puntoticket.
Produce: Chargola Prod.





















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