Texto por Cristian Martínez
Fotografías: Daniel Sáez
El pasado 30 de agosto, el Teatro La Cúpula fue escenario de una nueva edición del Tiny Fest, bajo la producción y curatoría de Stgo Fusión. En su primera jornada, el escenario se encendió con la electrizante presentación de los chilenos Xatarra, la vibrante propuesta de los argentinos Vinocio y la
maestría del multiinstrumentista estadounidense Kamasi Washington, quien, acompañado de su banda, cautivó al público con un despliegue de virtuosismo inigualable.
Más allá de la música, el festival ofreció una experiencia integral que incluyó una variada selección de food trucks, un beer garden a cargo de Cervecería Kross, una feria artesanal con productos locales y merchandising oficial. Todo ello en perfecta sintonía, consolidando esta edición como una experiencia 360° inolvidable para sus asistentes.
A medida que se acercaba la hora de la presentación de Xatarra, el público comenzó a entrar al teatro y a tomar posición para disfrutar del ensamble de música de cámara y electrónica que caracteriza a la banda quienes instalados en el centro del recinto y acompañados por un hipnótico juego de luces láser,
sumergieron a los asistentes en una propuesta electrizante que resultó ser el plato perfecto para abrir la noche. Su show se centró en el disco Cuadros (2023), complementado con innovadoras versiones de obras de Stravinski, lo que redondeó su actuación envolvente.
Los siguientes en subir al escenario fueron los argentinos Vinocio, quienes debutaron en Chile con su propuesta de jazz fusión, que entrelaza hip hop, soul y R&B bajo una estética lo-fi. Abrieron su presentación con «Monykah», de su álbum Me estás haciendo mal (2021), para luego continuar con una selección de sus composiciones más exitosas. Entre cada tema, la banda buscó acercarse al público, agradeciendo la oportunidad de ser parte del festival. Tras interpretar «Horizonte», compartieron una divertida anécdota de su paso por el Persa Bío Bío, donde comentaron entre risas que habían encontrado “la mejor ropa”. Su presentación terminaba entre aplausos, dejando al público con
ganas de más y anticipando sus ganas de regresar.
El momento más esperado de la noche se acercaba. Durante una breve pausa, el público aprovechó para llenar sus vasos y degustar la variada oferta gastronómica del festival, preparándose para no perderse ni un segundo de la presentación de Kamasi Washington y compañía. El multiinstrumentista hizo su aparición sobre el escenario vistiendo una de sus características túnicas que rinden homenaje a las raíces afroamericanas del jazz, y siendo recibido entre gritos de emoción y aplausos.
Iniciaron su show con «Street Fighter Mas», contagiando de inmediato al público con la alegría y el carisma de Kamasi, estableciendo desde el primer momento una conexión espiritual que permitió a los asistentes despojarse de cualquier barrera física y dejarse llevar por el sonido, moviendo el cuerpo al
ritmo de la apasionante música. El espectáculo continuó con «Lesanu», seguido de «Asha The First». Durante esta última, Kamasi compartió que la canción estaba inspirada en su hija Asha, quien, con apenas cinco años, fue coautora de la pieza.
La banda, compuesta por ocho miembros, ofreció una verdadera cátedra de virtuosismo. En distintos momentos, Kamasi señalaba al público a qué músico prestar atención, destacando las intervenciones magistrales de sus compañeros, entre ellos su padre, Rickey Washington. En un momento de cercanía, preguntó a los asistentes si veían anime, preparando la introducción de «Vortex», tema incluido en la banda sonora del anime Lazarus, en el que Kamasi compuso un tercio de la música (completada por Floating Points y Bonobo). Una muestra más de las innumerables colaboraciones del multiinstrumentista con diversos proyectos, a los que dedica gran parte de su vida y tiempo creativo.
El show finalizó con «Prologue», la versión de la banda para el clásico de Astor Piazzolla, reinterpretado con componentes propios que rinden un homenaje de culto y aportan un enfoque fresco a la pieza. Esta jornada del Tiny Fest fue justo lo que el público necesitaba en un melancólico sábado de lloviznas ocasionales, despejando las nubes con la alegría y espiritualidad del jazz, y dejando a todos expectantes por la siguiente jornada programada para el 7 de septiembre y encabezada por Snarky Puppy,
Otra fecha imperdible que sin duda consolidará esta edición como uno de los festivales de jazz fusión más importantes del país.
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