
Álbum: “Halcyon”
Artista: Kingfishr
Género(s): Indie Folk
Año: 2025
Texto por Pablo Castillo
Saltando a la fama por sorpresa y ganándose el corazón de todo Europa es la mejor manera de describir a Kingfishr, banda irlandesa con tan solo 3 años de carrera y que ya son todo un fenómeno en el panorama internacional, siendo los teloneros de Snow Patrol y consiguiendo su primer número 1 en las listas por su single Killeagh. La proyección de la banda está en las nubes, con singles que han construido la identidad tradicional de una conjunto irlandes y un disco en vivo que rinde honor a su país, generando expectación y logrando lanzar su disco debut en lo más alto de su carrera.
Centrándose en el sonido tradicional del indie folk mezclado con influencias de su raíz, Halcyon logra un mix de canciones que apelan a la emocionalidad como principal foco artístico, lleno de baladas en formato trío donde el sonido del banjo se convierte en protagonista junto a poderosos coros que se mimetizan con la música americana, como un intento de heartland rock o los últimos discos de The Killers. Todo esto guiado por la enterrada voz de Edmond Keogh, una que funciona como contraste perfecto al arbolado paisaje de cada una de las composiciones, todas llenas de nostalgia y de naturaleza.
Canciones como Caroline, I Cried, I Wept o Shot in the Dark llevaban más de dos años en el tintero y se habían convertido en parte recurrente del repertorio de la banda, pero son Man on the Moon y Gloria los dos singles principales de este trabajo, dos de los que se cuelga gran parte del disco para desarrollar esta emocionalidad y sentimentalismo por hacer música. Una al más estilo Springsteen y otra que se encuentra cómodo en el sonido clásico de las baladas radiales y acústicas de los 2010 ‘s, así trazando una línea recta por sus 16 canciones influencias por artistas como Hozier o Ed Sheeran, pero traducido a un mundo post pandemia más parecido a la música de Zach Bryan.
Sus 55 minutos se sientes íntimos y poderosos, pero lentamente la fórmula comienza a repetirse cancion tras cancion convirtiéndose en algo repetitivo, la atmósfera nativa que se produce en el primer tramo de disco es emocionante y nostálgica ante la segunda mitad que pierde esta fuerza de convertir un simple coro en un himno. Las melodías vocales mantienen su magia pero la armonía sufre de este mismo problema y se vuelve predecible para la escucha, cayendo en escapes inocentes como el clásico “la la la” pero que no son suficientes para salvar el aprieto.
La belleza de Halcyon no se encuentra específicamente en una escucha atenta al proyecto, sino en lo que ofrece cada una por separado, cada una como un posible hit para la radio o un momento inolvidable en un concierto. Como disco debut funciona, pero se termina complicando la escucha cuando ya exprimiste todo el potencial en la primera mitad y más cuando un gran porcentaje del disco salió como single. El trío irlandes demostró también ser increíbles músicos y tener a la mano el potencial sonoro de lograr un trabajo a la altura, así que solo queda esperar una secuela y que la naturaleza se siga apoderando de la música.




















0 Comments