Texto por Vanessa Pérez

La noche del 15 de mayo, el Movistar Arena se iluminó con el Festival K-pop Masterz, que ofreció dos presentaciones inolvidables: SUHO y ATEEZ. Uniendo fandoms de distintas generaciones y estilos, el público vivió una experiencia única que celebró la diversidad y la fuerza del K-pop a través de estos artistas excepcionales.

SUHO: Confesiones, risas y un “Let’s Love” inolvidable

El primero en subir al escenario fue SUHO, líder de EXO, quien sorprendió con una puesta en escena potente y elegante acompañado de su banda en vivo. Abrió su presentación con “Morning Star” y “1 to 3”, dos temas que establecieron desde el inicio una atmósfera íntima y poderosa. 

Pero fue con “Hurdle” que el ambiente se transformó por completo: una lluvia de tiras de colores cayó desde lo alto del Movistar Arena mientras SUHO corría por el pasillo central con los brazos abiertos, gritando con entusiasmo: “Estás listo Santiago? Vamos a saltar!”. La respuesta del público no se hizo esperar: saltos, gritos y una energía vibrante marcaron uno de los momentos más divertidos de la noche.

Luego de sus primeras tres canciones, apareció en escena Princesa Alba, la MC de la noche, para presentar un divertido segmento de entrevista que permitió conocer más de cerca a SUHO. Cuando le preguntaron qué tipo de música le gusta escuchar, respondió: “Cuando me levanto por la mañana pienso en EXO-L, escucho ‘Don’t Go’, y acto seguido la cantó a capella, provocando emoción a los fans que coreaban a todo pulmón.

Esto permitió que continuara el concierto con clásicos de EXO como “Overdose”, interpretado con toda la fuerza que caracteriza al grupo incluso en formato solista, sorprendiendo a todas las EXO-L presentes. 

Princesa Alba continuó con un juego interactivo llamado “Pick and Pass”, que incluyó desafíos como enviar corazones al público y hacer poses sensuales. Las fans aprovecharon este momento para cantar el clásico “¡Mijito rico!”, entre risas y complicidad. SUHO se mostró cercano, divertido y completamente entregado a su audiencia.

Para el cierre, SUHO eligió uno de sus sencillos más escuchados “Let’s Love”, que interpretó en un momento íntimo junto a su guitarra acústica. Luego regresó al escenario para el encore con “Grey Suit”. Antes de despedirse, anunció con entusiasmo que está preparando un nuevo álbum como solista y cerró la noche con un mensaje conmovedor: “Jamás me olvidaré de Chile”.

ATEEZ: La tormenta perfecta que cerró la noche

Tras la emotiva despedida de SUHO, las luces bajaron y las pantallas comenzaron a proyectar imágenes de ATEEZ, anunciando lo que vendría. Así, sin preámbulos, los ocho miembros aparecieron en escena, luciendo atuendos en tonos blanco y negro con detalles rojos, un sello visual de su estilo elegante, poderoso y sensual.

Abrieron su presentación con “Ice on My Teeth”, su más reciente sencillo, encendiendo al público desde el primer segundo. Continuaron con “Say My Name”, uno de sus temas más icónicos. Tras esta explosiva introducción, se tomaron un momento para saludar: “¡Hola, Santiago!”, gritaron, y uno por uno saludaba a sus fans con cariño y alegría.

El grupo se dirigió hacia el final del pasillo central para interpretar dos de sus hits más vibrantes: “WORK” y “BOUNCY”. Fue durante este último que el Movistar Arena explotó en saltos, gritos y baile, convirtiendo el festival en una verdadera fiesta de adrenalina y celebración colectiva.

En medio de esa efervescencia, regresó Princesa Alba para presentar un juego con los miembros de ATEEZ. Cada uno debía realizar un reto relacionado con su conexión con los fans, ATINY, como hacer una intensa pelea de miradas con alguna persona del público elegida al azar por la cámara. Fue un momento divertido, lleno de risas y gritos. Por supuesto, no faltó la clásica interacción del público con “¡Mijito rico!”, a lo que los miembros respondieron entre risas: “ATEEZ muy guapo”.

Antes de despedirse, lanzaron una última advertencia al público: «Siempre damos lo mejor al final, así que para la próxima canción necesitamos toda su energía»

Y así lo hicieron. Cerraron el concierto con una combinación explosiva: “Guerrilla” y “The Real”, dos himnos llenos de fuerza, ritmo y actitud. Durante este último, una lluvia de papelillos blancos cayó sobre el público en un espectáculo hermosamente abrumador, llenando el aire de emoción, gratitud y fiesta.

Con este cierre maravilloso, K-pop Masterz en Santiago dejó en claro que el K-pop no es solo música, sino una experiencia completa que conecta culturas, generaciones y emociones en un mismo latido. Como dijo SUHO durante la noche: “Hoy no está solo EXO-L, sino muchas personas que aman el K-pop y vienen de diferentes lugares de Latinoamérica”. Por eso, esperamos que este sea solo el comienzo de muchas más oportunidades para celebrar el amor por el K-pop en Chile.


Zumbido.cl

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