Texto por: Natalia Valdivia
Fotografías: Daniel Sáez
Carín León, uno de los referentes más importantes de la música mexicana actual, encendió el Movistar Arena durante su gira «Boca Chueca Tour». Aunque el concierto comenzó con más de una hora de retraso, la espera fue rápidamente olvidada cuando el artista y su banda tomaron el escenario.
Desde el primer momento, Carín León cautivó al público con su poderosa voz y carisma irresistible, logrando que todos cayeran rendidos a sus pies. Uno de los momentos más memorables de la noche fue su excéntrico baile, lleno de energía y perfectamente acompañado por una banda que no se quedó atrás, encendiendo a la multitud y manteniendo una atmósfera de fiesta durante todo el concierto.
El setlist incluyó éxitos como «Tú», «Una vida pasada» y «El Tóxico», además de canciones de su reciente álbum «Boca chueca». Aunque la puesta en escena era sencilla, fue suficiente para destacar el inmenso talento de Carín.
Durante todo el show, tuvo una interacción constante con el público, dándose hasta el tiempo de firmar autógrafos, mientras cantaba, y bromear con sus fans, mostrando una cercanía que pocos artistas logran. Esto quedó especialmente claro en uno de los momentos más emotivos de la noche: su interpretación de «Ramito de Violetas», la icónica canción que en Chile nos recuerda al fallecido Zalo Reyes. Esta inesperada versión del clásico fue recibida con una ovación por parte de sus seguidores.
A pesar del desafortunado retraso, (aparentemente debido a problemas con el vuelo), Carín León y su equipo lograron salvar la noche, con creces. El espectáculo fue un derroche de energía, pisco, tequila y pasión, donde la música, el baile y la conexión con el público hicieron que la espera, sin duda, valiera la pena.
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