Nota por Lucas Araya
Fotografías:
Leyla Solorza

La noche del pasado 25 de abril, el músico argentino brindó un espectáculo lleno de pasión y melodías itinerantes, una danza de nombres cumbre en Latinoamérica y una descarga vibrante de cómo tocar el acordeón, transformando el Teatro Nescafé de las Artes en una fiesta llena de amor y palmas al aire.

Llevándonos al río

La sesión partió con la cantautora Vero Soffía y un set de canciones nacidas desde la apreciación y afecto por la naturaleza, crítica social y dardos al patriarcado en las relaciones humanas, todo con un toque de ironía y tonos de teatralidad en conjunción con su banda de músicas. Una forma refrescante de abrir el cauce para el caudal de música latinoamericana que fluiría durante toda la noche.

Entrar en nuestras almas

Armado de su acordeón y acompañado de tres músicos de excelencia, el Chango Spasiuk  entregó una clase magistral de cómo interpretar un instrumento desde el centro del corazón, llenando cada rincón del teatro con su energía y entrega, una especia de trance musical en total entrega del espíritu.

Con un repertorio cargado al chamamé y ritmos ligados al norte argentino, las teclas y el fuelle empujados por Spasiuk fueron dialogando en perfecta armonía con el violín de Pablo Farhat, la guitarra y la expresiva voz de Diego Arolfo y de la magia de la percusión de Marcos Villa (el as bajo la manga de la velada) para moverse en un vuelo que unió los ritmos latinoamericanos más profundos con polcas y sonidos provenientes de las tierras de los antepasados del Chango, encendiendo el convite.

Uno de los momentos altos llegó junto a Francisca Gavilán y la interpretación de «La Jardinera» y «Volver a los 17» una invocación a Violeta Parra para celebrar la unión y amistad entre Spasiuk y la cantante y actriz, simbolizando una alianza trasandina plasmada en un abrazo astral y austral.


Las altas cumbres de la música argentina flotaron al traer al ruedo a Astor Piazzolla («Libertango») y Luis Alberto Spinetta («Seguir viviendo sin tu amor»)  a escena, haciendo brillar el trabajo de estos genios en un momento mágico y hermoso, coronando una jornada con aplausos de pie y voces en alto para celebrar el despliegue de Chango Spasiuk y sus músicos, sellando el encuentro con un bis ferviente, comprobando que el acordeón y el folklore están más vivos que nunca, abriendo una puerta para un pronto retorno y revivir así el fuego de un concierto inolvidable.

¡Grande Chango Spasiuk!


Zumbido.cl

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