
Texto por: Lucas Araya
Fotografías: Joselyn Heyden
Crónica de una sesión llena de elegancia, detalles, arreglos, baile y estribillos compartidos que se vivió en en el escenario más importante de la capital. La protagonista principal, Javiera Mena, la llama que ilumina la sala y el cielo no deja de sorprender y atreverse siempre a más.

A las 20:00 en Santiago, el sol brilla todavía con esplendor sobre las calles. Dentro del Teatro Municipal, Javiera Mena resplandece con luz propia mientras un piano dibuja melodías para que su voz juegue en nuevos terrenos, llenos de cuerdas y sonoridades emotivas. Un viaje sensorial nuevo. La propia Javiera comenta durante el show que este es “el fin de una etapa y el comienzo de algo nuevo”. Y tiene razón. Está es otra era, una donde el aura ceremonial del edificio y sus lámparas pomposas y elegantes son el telón perfecto para que una radiante figura en un blanco hermoso arranque la sesión con «Acá entera» donde los arreglos más ligados a sonidos de orquesta hacen que canciones como «No te das cuenta» y «Esquemas juveniles» toman otro color y una profundidad exquisita.

Sin embargo, todo lo formal y calmo de este nuevo ritual se desarma y reordena cuando Javiera Mena y su banda transforman el espacio en una pista de baile, una discoteca energética y eufórica, con un cambio de vestuario y un sonido deslumbrante para todo el mundo se pare de sus butacas y comiencen a cantar, aplaudir y danzar al unísono, un carnaval desatado en la solemnidad del ambiente que se ha transformado en una fiesta eufórica. El ritmo, la efervescencia y los juegos de luces se mezclan mientras «Hasta la verdad», «La joya» y «Yo no te pido la luna» se elevan como verdaderas gemas del Electropop que está irradiando esta noche dejando la energía en las alturas para cerrar un ciclo dentro del set.

Luego de un momento donde las palmas y el afecto hecho voces y regalos, Javiera Mena se sienta al piano para regalarnos toda la confianza de su intimidad y su corazón abierto y desplegar el encanto de «Sol de invierno», «Cámara lenta» y «Como siempre soñé» en una conexión con entra la artista y su gente que resulta una real dulzura. Ser parte de esto es un regalo aquí y ahora. El final es una ruta conocida y esperada con ansias. Las melodías danzables más dinámicas y transparentes liberan los deseos con «Luz de piedra de luna» y «La espada», haciéndose dueña todas del escenario con su histrionismo y su libre corporalidad. El teatro se viene abajo. Estamos de rodillas y flotando, todo al mismo tiempo, todo en lo más alto.

Cuando nada podía superar la perfección de este concierto, Javiera y su banda nos regalan «Al siguiente nivel» para hacer explotar todo en euforia, amor y un calor placentero. Un lujo, un ritual electrónico cruzado por la elegancia y el toque clásico de las cuerdas que han sumado un nuevo universo paralelo en los esquemas de Javiera Mena. Frente a un teatro que aplaude a rabiar, Javiera dice “gracias por venir”. Nosotr@s decimos “gracias por existir”. Ramazzotti lo ratifica mientras suena en los parlantes de la sala. Cierre redondo.

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Setlist:
01. Acá entera
02. No te cuesta nada
03. Esquemas juveniles
04. Dos
05. Otra era
06. Corazón astral
07. Casan (No puedo bloquear lo que quiero dar)
08. Ahondar en ti
09. Hasta la verdad
10. Sincronía, pegaso
11. Me gustas tú
12. Eclipse total
13. Dentro de ti
14. La joya
15. Yo no te pido la luna
-Encore-
16. Sol de invierno
17. Cámara lenta
18. Como siempre soñé
19. Luz de piedra de luna
20. Espada
21. Al siguiente nivel





















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