
Texto por: Franco Zurita
Fotografías: Joselyn Heyden
Boy Harsher regresó a nuestro país para sumergir y hacer bailar a cientos de fanáticos que anoche repletaron Club Blondie para presenciar el hipnótico e inmersivo show por parte de los norteamericanos. El dúo formado por Augustus Muller y Jae Matthews aterrizaron en nuestro país, a casi un año de su última visita en Primavera Sound 2022, para volver a entregarnos toda la potencia de los sintetizadores y oscuros sonidos electrónicos en un show intenso y electrizante el día de ayer.

Pasada las 21 horas y bajo una densa capa de humo, oscuridad y luces rojas, Muller pisaba el escenario ante la euforia desatada de los asistentes, para dar inicio a un viaje cinematográficamente musical. Al igual que en su debut en nuestro país el año pasado, «Keep Driving» fue la encargada de abrir los fuegos para en el punto más alto de la canción, Matthews apareciera sobre el escenario, terminando de desatar la locura y sumergirnos en el trance hipnótico de su voz y las bases electrónicas. «Give me a reason» fue una de las representantes de su último disco «The Runner» (2022) evocando las primeras sensaciones y movimientos corporales de parte de los asistentes.

Las oscuras y pulsantes «Morphine» y «Fate», a estas alturas himnos de la banda, fueron las pistas que siguieron adornando su setlist y fueron también suficientes para convencer a la audiencia de moverse definitivamente, al ritmo de las minimalistas pero intensas melodías de los norteamericanos, que a esa altura, se mostraban tan o más comprometidos con su público ante todo el cariño de su fanaticada.
La energía de «Westernes» sacudió cada rincón del recinto, mientras que la pegadiza y magnética «Come Closer» desataba el desenfreno bajo sus potentes y repetitivos ritmos. Luego de la locura desatada, «Tower» nos sumergía en sombríos sintetizadores creando una atmosfera dramática que crece constantemente hasta llegar a su final. Ya en la última parte del show, una inesperada y curiosa versión de «Wicked Games» de Chris Isaak sorprendía a todos en Blondie. Una elegante interpretación, evocadora, acompañada de su esencial melodía que sustituida por los sintetizadores de Muller, fueron una sorpresa más que interesante. Luego de esa interpretación, «Tears», «LA» y «Modulation», otros de sus grandes éxitos, terminaban de hacer sudar y bailar a la multitud que, incansables, se animaban a moverse y sumergirse cada vez más en este viaje sonoro y electrónico que nos entregaba el regreso de Boy Harsher.

Despidiéndose de su fiel y eufórica fanaticada y luego de dejar el escenario por breves minutos, la pareja vuelve para interpretar la oscura «I Understand» para así, prepararnos para lo que sería un cierre monumental. Para cerrar como corresponde, el dúo nos interpreta «Pain». Un clásico de culto de la banda que la multitud sintió y disfruto moviéndose al ritmo electrónico de sus bases y coreando al unísono: “Pain, breaks the rythms”.

Una experiencia musicalmente inmersiva y que explora los límites del sonido y la electrónica es lo que Boy Harsher nos entregó la noche de ayer en Club Blondie. Un show con un setlist sin mucha variación de lo que fue su presentación del año pasado, pero que sin duda sus fanáticos agradecieron, disfrutaron y lo demostraron dándolo todo en la oscura y lúgubre pista de baile en una noche para desafiar los sentidos.
Setlist:
01. Keep Driving
02. Give Me a Reason
03. Morphine
04. Fate
05. Westerners
06. Come Closer
07. Tower
08. Wicked Game
09. Tears
10. LA
11. Modulations
12. Pain





















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