
Texto por: Cristián Doppler y Ricardo Arredondo.
Fotografías por: Claudio Escalona y Joselyn Heyden.
El día sábado 11 de marzo comenzó el ciclo de conciertos del esperado reencuentro del quinteto penquista a los escenarios en el Estadio Santa Laura que partió con Los Bunkers presentándose por partida doble en suelo santiaguino. Podríamos decir que este fue su reencuentro oficial, ya que extra-oficialmente el pasado 01 de marzo se presentaron en Club Blondie en un show anunciado solo unas horas antes y en el cual alrededor de 500 afortunados fueron testigos de algo que podríamos considerar como el “primer ensayo” de lo que luego sería su presentación más contundente y magnífica de su vuelta a los escenarios.

La expectación era gigante. La última gran banda de Rock chileno volvía a los escenarios después de un receso de 9 años y con más de 100,000 entradas vendidas en sus 4 presentaciones en Chile. Los más fanáticos esperaron casi un año con entrada en mano para volver a verlos en vivo, e incluso, un gran número de nuevos jóvenes fanáticos iban a tener la posibilidad de verlos por primera vez sobre un escenario.
Esta breve gira de reencuentro recibió el nombre de «Ven Aquí», cuatro fechas confirmadas en Chile: dos en Santiago, una en Viña del Mar y finalmente en la ciudad natal de la agrupación: Concepción. Además de 7 fechas en México y una en España en el festival Vive Latino. El lugar elegido para las dos primeras fechas en Santiago fue el Estadio Santa Laura de la comuna de Independencia, donde desde varias horas antes del inicio de apertura de puertas los emocionados fanáticos ya se dirigían en masa hacia el recinto. Múltiples puestos de merchandising no-oficial adornaban las calles que rodean desde Plaza Chacabuco, con un público heterogéneo, en el cual se mezclaban antiguos seguidores de la banda que rondan sobre los 30 años, muchos de ellos ya siendo familia acompañado de sus hijos y los seguidores nóveles quienes siguen a la agrupación desde sus últimos discos. Ronda la tranquilidad en los accesos, con fluidez y buen comportamiento.
Cancamusa
Siendo las 19:00 hrs. exactas, sube al escenario la solista nacional Cancamusa, proyecto solista de Natalia Pérez quien desde el 2017 ha tenido una incipiente carrera con su propio trabajo con dos álbumes bajo su brazos: «Cisne: Lado Negro» (2020) y «Amor Minimal», lanzado hace un par de semanas el 23 de febrero. Anteriormente Natalia colaboró como vocalista y baterista de Amanitas, baterista para Javiera Mena y el mayor reconocimiento ha sido siendo parte de la talentosa banda de apoyo de Mon Laferte.


Natalia es acompañada por 4 integrantes más, al iniciar la primera canción de su presentación realiza un tímido tránsito por la pasarela mientras va cantando, aprovechando de realizar cariñosos saludos a los fanáticos que esperaban ansiosos por Los Bunkers. Vuelve al escenario y con guitarra eléctrica colgada interpretan «Sin Miedo A La Profundidad», la suave y dulce voz de Natalia cautiva a la gran presencia de público a esa hora en el Estadio Santa Laura, su set se enmarca en canciones indie dream pop con un gran y prolijo sonido. A medida que avanza el set comienzan a tomar la suficiente confianza para solicitar a la audiencia acompañarlos con juego de palmas, a lo que el estadio responde de forma entusiasta y rendidos al atractivo carisma de Natalia y sus músicos. «¡Somos Cantamusa y estamos felices de estar aquí!». El set continúa con «Prometimos No Hablar» y «Horas Contigo», momento en que aprovecha de agradecer el recibimiento del público «Estoy muy emocionada de poder tocar antes de Los Bunkers, muchas gracias por recibirme con tanto amor, espero les gusten mis canciones».

El set finaliza con «Garza», «Si Te Viera» y «Decidí» ante el aplauso cariñoso y dedicado de los fanáticos de Los Bunkers, que aprobaron la propuesta de Cancamusa teniendo una gran recepción en sus 8 canciones y 35 minutos de show. Un escenario perfecto para la confirmación del talento y actitud para los grandes desafíos, defendiéndose con sólidas canciones y una banda de apoyo afiatada. Seguramente muchos de los que fueron testigos de su presentación seguirán la música de Cancamusa a través de las distintas plataformas digitales y redes sociales, sumando gran cantidad de nuevos seguidores.
Siendo las 20:40 hrs. El recinto de Independencia se muestra practicamente repleto, el DJ Set de Marcelo Aldunate comienza a llegar a su final, el entusiasmo y expectación de los asistentes se eleva cuando en el set suenan «El Baile De Los Que Sobran» de Los Prisioneros y «Todos Juntos» de Los Jaivas, siendo coreadas a modo de calentamiento para lo que se vendría.

El reencuentro con Los Bunkers
21:00 hrs. En punto, luces abajo y emoción a tope. Suena por el sistema de amplificación «Solsbury Hill» del británico Peter Gabriel, mientras su letra traducida es proyectada a través por las pantallas gigantes laterales del escenario «Toma tus cosas, he venido a llevarte a casa». Los Bunkers, con Álvaro Lopez a la cabeza, Francis y Mauricio Durán, Gonzalo López y Mauricio Basualto hacen su subida al escenario saludando a sus fanáticos mientras se posicionan y preparan para lo que sería 3 horas sin descanso de maciza presentación. «Miéntele» y «Te Vistes y Te Vas» fueron las encargadas de iniciar el set, Alvaro López con pandero en mano comienza a moverse en desordenados pero efectivos pasos de baile que contagian al público y danzan con él, fue la primera invitación de unirse a esta fiesta. La sesentera «Yo Sombre Mis Penas de Amor En Tu Jardín», el clásico single del primer disco de los penquistas hace al público de cancha saltar de forma automática y en sincronía al beat de la canción, mientras Álvaro realiza el primer saludo «Hola bienvenidos a todo el mundo, ¡Puta que se ven bien!», a lo que el estadio completo responde el clásico cántico futbolero adaptado a los conciertos: «¡Olé, Olé, Olé, Olé, Bunkers, Bunkers!». La banda suena afiatada y su sonido es impecable comandados por el reconocido Chalo Gonzalez como sonidista FOH, el bombo de Mauricio Basualto con el bajo de Gonzalo López hacen vibrar los cimientos de las tribunas del Estadio Santa Laura, acompañado de guitarras de los hermanos Francis y Mauricio Durán con mucha presencia, que en algún momento llegan a ensordecer intensificando la emoción según la canción y con Alvaro López en su mejor periodo vocal, la experiencia suficiente de como saber manejar y proyectar su característica voz.

La banda recorre las rendiciones de «Santiago de Chile» y «Quien Fuera» del aplaudido disco tributo «Música Libre» (2010) que la banda realizó con las obras del trovador cubano Silvio Rodríguez. Ya en la novena canción del show, la banda realiza una sorpresa a sus fanáticos, el estreno de su nuevo single luego de 10 años sin lanzar música nueva, la elegida es «Rey», según palabras de Mauricio Durán, es una canción dedicada a las nuevas generaciones «Es una invitación para que definan una identidad que se acomode con ellos, sin pensar nunca en lo que los demás les dicen, menos la gente más vieja, es un regalo para todos ustedes, es una canción que no conocen, es una canción nueva y espero que les guste», lo que genera el grito de emoción y expectación de los fanáticos. Mientras la banda realiza el debut en vivo del sencillo, el video musical es proyectado a través de las pantallas gigantes, con escenas filmadas en la Ex-Cárcel de Valparaíso. Aplauso cerrado de aceptación para la nueva canción de la banda, ya disponible en todas las plataformas digitales.


«La siguiente sabemos que les gusta y dice más o menos así…» dice Álvaro mientras se acomoda la guitarra electroacústica, «Ángel Para Un Final» que genera un grito emotivo en todo el estadio, el cual se ambienta con los flashes de los celulares en todas las tribunas y que son acompañados con el canto masivo en un conmovedor momento. El set continúa sin parar, las pantallas y el escenario se tiñen de amarillo mientras Álvaro se dirige a la pasarela para la enérgica «Deudas», motivando al público a bailar, cantar y saltar junto a él, se acercan los hermanos Durán con guitarras en mano para el final de la canción, desbordante energía en el cierre de ésta. Luego de finalizar «Vida de Perros», Mauricio Durán se acerca al final de la pasarela y luego de un cambio de guitarra, comienza a improvizar solos rocanroleros con ella para luego pasar al clásico riff introductorio de «Ahora Que No Estás», el público acompaña con aplausos al compás del golpe de bombo, hihat y caja de Mauricio Basualto, para luego seguir en compañía del canto de Francis Durán. En mitad de la canción los hermanos Durán realizan una semi batalla de solos de guitarra que se transforman en improvizados y sicodélicos movimientos, mientras Basualto resuelve en setenteros fills de batería, una extendida versión de casi 10 minutos del single de su disco «Vida de Perros» (2005).

En este bloque, pudimos presenciar el primer cambio en el set. El día domingo 12 salió del set «Vida de Perros» para dar lugar a «Dulce Final». Un regalo hermoso para los más fanáticos de la banda, ya que es una canción que interpretan poco en vivo. Una canción un tanto desconocida, pero que los seguidores más fieles agradecieron y cantaron de principio a fin. Esta canción nueva en el set, tuvo un paso accidentado, ya que en su primera mitad tuvo que detenerse por un problema -posiblemente algún desmayo- en el público. La banda detuvo la canción, ayudó a que asistiera el personal de urgencias rápidamente, e invitó a todos a no empujar, a cuidarnos y pasarlo bien. De esa forma, la banda comenzó nuevamente la canción que da cierre a su álbum «Canción de Lejos» y siguió con su espectáculo.

Ya en la mitad del show, un breve descanso en intensidad pero no en emotividad, se vive cuando Mauricio Basualto con un bombo legüero colgado a su hombro se dirige hacia el final de la pasarela, marcando el pulso mientras es acompañado por los demás integrantes junto a sus guitarras y bajo electroacústico para interpretar «Pequeña Serenata Diurna» de Silvio Rodríguez y «La Exiliada del Sur» el poema de Violeta Parra musicalizado por Patricio Manns, emotivo momento mientras Basualto mantenía el pulso palpitante, como si el corazón latiera en medio del Estadio Santa Laura. La banda presenta «El Detenido», en su versión como dicen ellos tal como fue compuesta: «Con la guitarra de palo». Para finalizar este pequeño set acústico de 15 minutos, la banda cierra con una hermosa versión de «Si Estás Pensando Mal De Mi».

Ya van casi 2 horas de show y la banda regresa al escenario para su parte más intensa, un bloque imparable de hit tras hit que comienza con «Fantasías Animadas de Ayer y Hoy», en la cual se destacan los solos de armónica de Francis entrelazándose con los solos rocanroleros de su hermano Mauricio. Le sigue la frenética estrofa de «Pobre Corazón» que termina con su melancólico coro cantado por todo el estadio mientras levantan sus brazos al aire en vaivenes movimientos.

Este bloque, en el segundo día fue levemente distinto. Mauricio Durán tuvo un problema con su guitarra durante estas dos canciones, que aunque notamos más de manera visual ya que soltó la guitarra y pasó al sintetizador, porque a nivel sonoro prácticamente no hizo diferencias y fue muy bien cubierto por sus compañeros de banda. La banda comenzó a hablar mientras Mauricio junto al roadie intentaban arreglar el problema, y fue Álvaro quien en su afán de rellenar comenzó el riff de «Day Tripper» de Los Beatles, el que fue rápidamente seguido por Francis en teclados y segundas voces, Gonzalo en el bajo y Mauro en batería. Una canción que salió de manera espontánea y sonó a la perfección, mostrando el profesionalismo y versatilidad de una banda que cubría de manera magistral a su compañero que solucionaba el problema con su guitarra. Un momento épico.

Llega el momento de la canción más importante de su álbum «Barrio Estación» (2008): «Nada Nuevo Bajo El Sol». El honesto canto de Francis es acompañado por los miles de fanáticos que se elevan en un coro lleno de desahogo «Lo intento todo para ser mejor de lo que fui, de lo que fui hasta ayer», llevando la letra de la canción a sus propias vivencias, la cantan levantando sus manos al aire en una catártica escena. Continuan con «Canción Para Mañana» y «No Me Hables De Sufrir» para llegar al climax del show con «Bailando Solo», quien luego de hacer saltar y bailar a todo el sector de cancha, realizan un interludio en la canción transformandola en una pieza electrónica synth pop al estilo de los alemanes Kraftwerk, mientras los integrantes transitan por la pasarela en movimientos de baile y los beats de batería programada se funden con los de Mauricio Basualto haciendo retumbar el Estadio Santa Laura y convirtiéndola en una verdadera pista de baile. Los saltos y bailes continúan con la canción que le da el nombre a esta gira de reencuentro: «Ven Aquí». La banda se despide para el primer bis.

Vuelta al escenario para tocar «Entre Mis Brazos», que para el segundo día había sido reemplazada por «Andén», pero que (posiblemente) por los imprevistos y por el tiempo decidieron sacar finalmente. De alguna forma fue reemplazada por la canción de Los Beatles. La canción sirve para un breve respiro que dura poco hasta que llega el poderoso riff de la reversionada «El Necio» de Silvio Rodríguez, guitarras a tope ante los golpes marchantes de la batería. Las luces se van a negro para comenzar a oír el piano rhodes de Francis marcando los acordes de «Llueve Sobre La Ciudad», siendo una vez más acompañado por el público en el canto para luego integrarse la banda completa en la instrumentación, con el coro enérgico mientras todos saltan en las tribunas y canchas, la canción finaliza con Francis soleando los distintos teclados frente a él. Aplausos fuertes y únisonos de todo el estadio mientras la banda aprovecha la ocasión para agradecer y despedirse de los asistentes para el cierre del show, los fanáticos comienzan a gritar pidiendo la canción que saben que no podía faltar: «Miño».

En cuanto comienza el redoble de batería, la gente se eleva saltando y cantando a todo pulmón, la canción tal vez más emblemática de la banda y que se perpetuó cuando la interpretaron en Plaza Dignidad en 2019 en su presentación sorpresa sobre un camión adaptado como escenario en la zona cero de las manisfestaciones del Estallido Social. «¡Muchas Gracias Santiago! ¡Muchas gracias Santa Laura!» Grita Álvaro López, mientras Mauricio Durán lanza «¡Muchas Gracias Muchachos! ¡Somos Los Bunkers!», se retiran del escenario y la gente comienza a hacer lo mismo desde los distintos sectores del estadio asumiendo que «Miño» era el final y cierre perfecto para esta jornada, pero unos acordes de una guitarra electroacústica se escucharon a través de la amplificación e hicieron volver entrar a los fanáticos hacia sus sectores, comienza la intro de «La Era Está Pariendo Un Corazón» la reversión de Silvio Rodríguez que además también cierra el disco homenaje «Música Libre». Emocionante final para una largo repertorio, donde no quedó afuera ninguna canción de las que esperaban los fanáticos, un show perfecto para un catálogo lleno de éxitos.

Una doble jornada increíble donde pudimos ver a una banda madura, con un sonido espectacular, en un estadio repleto y con un show que tendría cabida en cualquier lugar del mundo. Lo que nos deja más felices es que al terminar el segundo concierto Álvaro dice: «Somos Los Bunkers.» y remata con un «Estamos de vuelta.». Y es que no pudieron volver de mejor manera. Como si fuese poco su sólida presentación, nos entregan «Rey», un nuevo single que esperamos sea la puerta de entrada a poder escuchar algo más de la banda, y por qué no, pensar en un nuevo disco en el futuro cercano.

El Rock está de vuelta, y esperamos que en los próximos años sean Los Bunkers quienes lleven este bastión para las nuevas generaciones. Seguro que de la mano de los Durán, Lopez y Basualto, el futuro será promisorio, porque luego de 9 años, Los Bunkers regresaron a casa con una maleta llena de nostalgia, éxitos, solidez y perfección.





















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