Texto por: Cristián Rodríguez E.
Fotografías por: Daniel Sáez
Sticky Fingers la emblemática banda australiana que fusiona entre sus influencias el sonido del reggae con la sicodelia y el rock alternativo, visitó nuevamente nuestro país para presentar su última y aplaudida placa “Lekkerboy”, quinto álbum de la banda lanzado en abril de éste año. Albúm compuesto a distancia entre los integrantes, debido a la pandemia mundial y las diferentes ciudades en que vivían. Un disco con tintes más íntimos y crudos, con emociones afectadas por el encierro, los problemas personales y los demonios internos, tal como contaba su líder y vocalista Dylan Frost sobre el proceso de composición de éste.
Los encargados de iniciar los fuegos fueron los nacionales Malamen, a las 20 horas puntual en un show de 30 minutos de duración repasaron su breve pero contundente repertorio, con claras influencias del ritmo caliroots y además con el gran recibimiento del público que a esa hora se encontraba en el ya casi lleno Teatro Caupolícan. Tal como señalaba emocionado Matías Vildosola, su vocalista, para ellos era un sueño estar teloneando a unas de sus bandas referentes como Sticky Fingers y a su vez contar con tal recepción del público, un día que no olvidarán.
Siendo las 20:17 horas, luces abajo, manos y celulares arriba mientras suena “Enter Sandman” de Metallica por el sistema de amplificación, como canción de guerra para la entrada de Sticky Fingers al escenario del repleto Caupolicán, con Freddy Crabs (tecladista) con su semi desnudo atuendo habitual lanzando una pelota de fútbol a la platea alta, mientras los demás integrantes repartían flores y rosas a las primeras filas de fanáticos.
La ambientación de color azul y los primeros sonidos del arpegio sintetizado de “Land of Pleasure” dan inicio al set de los australianos, “Outcast at Least”, “Gold Snafu”, “Lupo The Wolf”, ante los saltos y coros del entusiasta público. “Cool & Calm”, tal como su nombre, le da un breve respiro al show. Paddy Cornwall, bajista de la banda,fue el principal vocero de la banda en los mensajes hacia la fanaticada, donde agradeció constantemente y aprovechó en un par de ocasiones de gritar el infaltable e infallible ceacheí.
Pasan “Smoke Rings” y “We Can Make The World Glow”, los arreglos de guitarras eléctricas con el delay eterno que llenaba la sala para servir de introducción al momento de comunión con “Rum Rage” y la hermosa “Liquor Loaded Gun”, la desgarrada voz de Dylan Frost acompañada del canto de la audiencia y los flashes de los celulares ambientando el momento. “Bootleg Rascal” y “My Rush” hicieron el cierre de la primera parte del show y la banda que se retira del escenario ante la ovación cerrada del público.
La banda vuelve al escenario en formato semi acústico para interpretar “Napalm” y “Cylone”, de regreso todos a sus puestos en el escenario para la parte final del show. Paddy Cornwall vuelve a agredecer a la audiencia y mencionarles “Este ha sido el mejor show de toda la puta gira” ante el griterío de los fanáticos locales,es el turno de la canción más popular de la banda: “How To Fly”, con la euforia desbordada, saltos y cantos catársicos para finalizar con la aplaudida “Australia Street”.
Pero habría tiempo para el último bis y una canción más, “Multiple Facets Of The Same Diamond”, corte que da el cierre a su último disco, canción que acaricia la sicodelía con frases como “La tormenta está aquí, pero pronto se irá, las lagrimas se convertirán en sonrisas en el sol de la mañana.” El cierre perfecto para una banda que ha sabido lidear con los problemas internos y externos, las polémicas, las adicciones y las peleas entre integrantes, llevando la música siempre por delante.
Nadie podría retirarse inconforme del Teatro Caupolicán luego de un concierto perfecto, en sonido, entrega y desplante del cual ya nos tiene acostumbrado Sticky Fingers. Que se siga haciendo costumbre de tener a nuestro país como país fijo de sus últimas giras, lugar que ha sido especial para ellos, su lugar seguro y su creciente fanáticada lo sabe agradecer y los abraza de vuelta.
En los próximo los australianos volverán por dos fechas más a Brasil, para luego embarcarse a casa para una breve gira por Australia, para luego visitar Europa y terminar de promocionar su álbum “Lekkerboy”.
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