Por: Boris Figueroa
Fotografías: Ignacio Orrego
Hordas negras se dirigen al Teatro Caupolicán, la reunión, la ceremonia es con una de las bandas más emblemáticas del Black Metal a nivel mundial. Dando que hablar desde inicios de los 90s, con un sonido característico que los separa de la ola de bandas de esos años, pavimentando un camino propio y alejándose de los clichés de esa época, Emperor es y ha sido la banda por excelencia para los que buscan salir de la misma fórmula un tanto ya añeja dentro del movimiento de la música extrema.
En la ante sala a la salida de los Noruegos, la banda nacional Vilu, se encargaron de prender los primeros fuegos para lo que será una noche infernalmente inolvidable, con una vocalista poderosa, Vilu supo como enfrentarse al público, haciéndolos cabecear con un metal de muy buena y alta factura.
El reloj marca las 21 y la espera se acaba, Emperor hace ingreso al escenario con un Teatro Caupolicán repleto y apabullante. Los aplausos y gritos no se hacen esperar y en medio del bullicio la ceremonia da inicio con el tema In The Wordless Chamber, el público corea y acompaña los teclados mientras el Caupolicán se va desmoronando poco a poco, es el momento de Thus Spake The Nightspirit, y es cuando el teatro se vino abajo,la respuesta de los asistentes es contundente, años de espera para este único y preciado momento, donde pudimos apreciar en vivo y en directo todo el despliegue técnico y musical de la banda, mientras es aclamada por todos.
Es el momento de Ensorcelled by Khaos, avanza como una demoledoraaplastando todo a su paso, el publico atónito e hipnotizado por los pasajes mas instrumentales, hacen de Emperor una de las bandas únicas dentro de lo que es el Black Metal, desmarcándose de las formulas ya trabajadas, creando e intencionado nuevas conjugaciones, su resultado lo pudimos ver, mejor dicho, vivir.
The Loss and Curse of Reverence un clásico para demostrarnos toda su destreza en los instrumentos, los quiebres dentro del mismo tema, poder apreciar eso en vivo, fuera del disco, nos demuestra por qué Emperor se destaca dentro de la escena de metal extremo, y nos reafirma que es una de las mejores bandas en su género.
The Acclamation of Bonds, With Strength I Burn y el Caupolicán en ruinas, ruinas sobre ruinas y el público ovaciona la clase magistral de un black metal único y de alta calidad. Llama la atención la cercanía y la interacción de los músicos con el público, cosa que no se ve mucho dentro de la escena.
Cuando la crudeza y la armonía se mezclan, aparecen obras maestras como Curse You All Men!
el mosh no se hace esperar para avivar la hoguera que nos tren estos noruegos, el publico apoya los coros donde la ceremonia esta en su punto más álgido.
Towards The Pantheon y The Majesty of The Nightsky de su primer álbum de larga duración “In the Nightside Eclipse”de 1994. El público cae bajo el hechizo de este gran trabajo, manteniéndose como una gran marea negra, atónitos frente a la puesta en escena sobria, sin tanto elementos teatrales, solo los músicos desplegando todo su arsenal, invocando todos los recuerdos y la eterna espera para poder disfrutar de esta noche que será inolvidable. Del mismo álbum aparece el clásico, I Am The Black Wizards los asistentes enloqueceny la batería entra para aplastarlo todo, temas de hace más de 20 años, que siguen encendiendo los fuegos y alimentando el desenfreno de los riffs, los cuales no dejan silencios ni esperas, abarcan y arrasan con todo a su paso.
Desprendiéndose del mismo álbum de 1994, el público responde a las exigencias del maestro de ceremonias, acompañando las vociferaciones de Inno a Satana, uno de los temas más emblemáticos de la banda llegando al punto más alto de la noche, la banda se despide después de acabar con todo y todos.
Mientras la banda se toma un descanso suena la orquestación de Alsvartr (The Oath) para volver a ingresar al escenario y a lo que queda del Teatro Caupolicán, y desde el fondo alimentando los últimos fuegos suenan los redobles de batería acompañados por el sonido característico de las guitarras de Ihsahn y Samothaparece en escenaYe Entrancemperium ya nada queda en pie, solo los fieles a este ritual que sin pensarlo giran en torno a la hoguera a la velocidad de los blast beast de Trym.
La invocación ya está hecha, la ceremonia está por terminar, pero sin antes traer a la vida al coloso de Cosmic Keys to My Creations & Times broche de oro para cerrar lo que sin duda será una de las mejores presentaciones de metal extremo que hayamos podido ver en el último tiempo, una deuda que fue saldada con creces por tres grandes del black metal, Ihsahn, Samoth y Trym.
Quizás ya a ellos no les interesa, ya van de camino a sus heladas tierras, pero acá, sabemos que podemos fallecer tranquilos.
Emperor nos quitó el miedo a morir.
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