Por: Pamela Seguel
Fotografías por: Camila Espinola

Miércoles 30 de Marzo, puntual a las 20:00 hrs. Aparece en el escenario Kevin Johansen que, con 20 años de experiencia, sólo necesitó pisar el escenario con su guitarra para recibir la ovación del público. Para sorpresa de los presentes y como muestra de lo que se viviría esa jornada.
Johansen se acercó al público, y recorrió gran parte del lugar saludando mientras tocaba su guitarra. Ya nos sentíamos tan cómodos como en el living de nuestra casa, rodeados de amigos. No fue difícil entrar en confianza, su espontaneidad y sinceridad al momento de cantar sacó más de una carcajada entre los que coreaban sus letras, porque no hubo canción donde no lo acompañáramos cantando a todo pulmón. Hubo plática, anécdotas y recuerdos que conectaban con cada canción.

Con sus canciones nos hizo recorrer un sinfín de emociones y ritmos, fuimos a la cumbia con “En mi cabeza” y la “Cumbiera intelectual” donde se armó la fiesta con los bailadores, aquellos del publico que se atrevieron a subir a bailar al escenario. “No voy a ser yo”, “No digas quizás” y “No seas insegura” a más de alguno le trajo recuerdos de un amor.
Entre sus canciones confesó su amor por Chile y recordó a nuestra Violeta Parra “Discreto, fino y sencillo, son joyas resplandecientes, con las que, el hombre que es hombre se luce decentemente…” agradeciendo a su vieja (su madre) por haber escuchado “El Albertío”, para luego interpretarla entre los aplausos orgullos de los presentes.

Para su próximo tema pidió que apagaran las luces y en la oscuridad comenzó “Desde que te perdí”, pero no sólo cantó en español también nos regaló “Down with my baby” y ya, al término de la velada nos regaló “Anoche soñé contigo”, despidiéndoselo entre aplausos y gritos, pidiendo que volviera al escenario.
¡Comenzó la fiesta de nuevo! Y nos despedimos cantando “Fin de fiesta” con esa nostalgia de la despedida en la paradójica felicidad por el encuentro.





















0 Comments