Por: Tomás Bascoli C.

Ya terminado uno de los festivales de música más grandes de nuestro país-a modo de hito primigenio, lo que resta del 2022 se vislumbra como un año lleno de presentaciones de aristas nacionales e internacionales, todo bajo el objetivo de la “vuelta a la normalidad” del mundo cultural.

Bajo tal fenómeno, en el caprichoso e íntimo Teatro Coliseo del centro de Santiago se presentó The Drums este domingo 27 de marzo. La banda neoyorkina liderada por Johnny Pierce (a quién entrevistamos unas semanas atrás) volvía a nuestro país bajo la gira de celebración de “Portamento” (2011), su segundo álbum de estudio y uno de los más amados y aclamados por la crítica y sus fans. Aquellos que repletaron con mucha anterioridad el recinto capitalino y que calentaron motores gracias a la correcta presentación de la banda chilena El Cómo Silencio De Los Que Hablan Poco.

Marcando ya las 21:00 horas de la noche del domingo pasado, la moda a cuadros y escocesa gritaba nerviosa el nombre de Johnny para apurar la reunión con el líder indiscutido de la banda británica. Aún así, esos nervios no empapaban el grato e íntimo ambiente carnavalesco que generaba el ameno Teatro Coliseo y la producción del evento.

Con unos 30 minutos de elegante retraso, los tres integrantes de The Drums aparecían en escena luego de una introducción onírica que pareciera ser una entrevista extraída a los ingleses al momento del lanzamiento de “Portamento” (2011), todo esto musicalizado por “Searching For Heaven”. Las luces, proyectando una luz sepia, se dirigieron directamente a la salida de Johnny Pierce que fue recibido por una fanaticada que se unía bajo una ovación.

Vestido de traje y con llamativos guantes azules, Pierce daba inicio a un show que de inicio a fin fue una caja pirotécnica de potencia indie rock y post punk. “Book Of Revelation”, “Days” y “What You Were” fueron la triada que dio puntapié a la presentación de The Drums en Chile. Los asistentes, una fanaticada de culto, acompañó como un coro constante a todas las canciones del espectáculo.

La famosísima “Money”, “Hard To Love” y “I Don´t Know How To Love” sirvieron para que The Drums y Johnny sintieran la conexión y el calor del publico capitalino. El vocalista, quien se desempeñó como un excelente frontman por su desplante escénico -que recordaba a Bryan Ferry de Roxy Music o el propio Morrissey en su época de The Smiths-constantemente gesticulaba al momento de su interpretación vocal y deslizaba pequeños agradecimientos al público y a sus fans.

Luego de una pausa en términos de ritmo en “Searching For Heaven”, le siguió “Please Don´t Leave”, “If He Likes It Let Him Do It”, “I Need A Doctor”, “In The Cold” y “How It Ended”. Una maratón de canciones que recorrió “Portamento” (2011) de forma íntegra, tal cual era el objetivo de esta visita a nuestro país.

Tras un pequeño encore, The Drums volvía para tocar sus últimas dos canciones pertenecientes a su primer álbum. Una versión acústica de “Down By The Water” y el cierre con “Let´s Go Surfing” daban termino a una jornada potente y mágica a la vez.

En términos de sonido, si bien lo cerrado del inmueble genera cierto malestar sonoro, el cual se percibió bastante con El Cómo Silencio De Los Que Hablan Poco, durante el turno de The Drums se notó una mejoría bastante óptima que permitó disfrutar de los espacios instrumentales del resto de los integrantes que acompañan al vocalista.

Si Jhonny Pierce nos había comentado hace una semanas que se sentía con una deuda de gratitud hacia los fans chilenos, lo que aconteció el domingo en el Teatro Coliseo fue realmente un saldo positivo. La reacción furiosa del público en cada canción y el agradecimiento del vocalista por medio de su sonrisa y lucidez recreativa con los asistentes, son muestra de la especial conexión que The Drums tiene con su culto chileno. Una deuda pagada, pero que nos dejó con ganas de más.


Zumbido.cl

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