Texto por Ricardo Arredondo
Fotografías por Hugo Hinojosa
El pasado sábado, Arde la Sangre, uno de los bastiones del metal argentino llegó a Chile en el marco del Trascendence Fest para presentarse junto a las bandas nacionales Alectrofobia e Intrascendence en el Club Chocolate.
A un año de su abrupto final, volvió Alectrofobia a los escenarios. Tanty Ibarra y Gerardo Elgueta siguen en la formación, y esta vez contaron con Dylan Silva en la guitarra. Tuvieron algunos invitados como Abel y Camilo Zicavo de Plumas, y a la gran Cler Canifrú en guitarras. Cuando estaba Cler en escena, Gerardo dijo: “vayan acostumbrándose a ver esto”. Así que atentos porque todo indica que Alectrofobia está de vuelta con algunas sorpresas…
Luego fue el turno de Intrascendence, una banda que no dejó a nadie indiferente. Los nacionales hicieron su debut en los escenarios luego de haber lanzado hace poco más de un mes su sorprendente primer disco homónimo. Una propuesta de melodías y ritmos complejos, que está muy bien ejecutada por una banda de alto nivel técnico. Progresivo moderno de Chile pa’l mundo, con una banda que tiene muchísimo potencial.
El cierre de la noche estuvo a cargo de los trasandinos Arde la Sangre, quienes volvieron a Chile luego de 3 años de su debut en Matucana 100. Una banda con un sonido demoledor y con un incombustible Marcelo Corvalán, que con más de tres décadas en el escenario, nos muestra que la llama sigue intacta. A punta de los afilados riffs de Tery y Luciano, la banda hizo un paso por sus canciones y presentaron en nuestro país su último trabajo “Pase lo que pase” (2024), segundo larga duración de Arde la Sangre.
Un deleite el sonido en vivo de la banda que se puede resumir en tres puntos: guitarras perfectamente ejecutadas, un bajo que te golpeaba y que podías sentir en el centro de tu pecho y una batería con la pegada exacta en el momento preciso. Además de sus propias canciones, hicieron “Joder” y “El error” de Carajo y “Artefacto” del gran -me pongo de pie- Gustavo Adrián Cerati.
La banda que ya está cerca de los 5 años, supera su primera actuación en Chile y demuestra que el estar girando de forma constante los últimos años les ha dado un nivel de excelencia superior. Y es que no se trata sólo de la historia como Arde la Sangre, sino de todo el background que aportan todos para lograr este resultado final. Se notan los años de circo. Y es algo innegable al tener como figura central a Corbata, que es -sin ninguna duda- una leyenda del metal latinoamericano de las últimas décadas.
Los argentinos fueron un gran cierre para esta primera versión del Trascendence Fest, que esperamos sea el inicio de algo que en algunos años más podamos llamar tradición. Ojalá que se sigan abriendo los escenarios, las oportunidades, ver nacer nuevas bandas, ver reuniones, ver a consagrados y que tengamos mucha música en vivo en el futuro.
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