Por: Johanna Jara M.
Fotografías: Daniel Sáez

La artista argentina del momento se presentó este jueves 05 de mayo en el Teatro Caupolicán con su segunda gira mundial “Calambre”, que también lleva el nombre de su exitoso último disco de estudio, mezcla de su característico hip hop, con sonidos, soul, jazz, trap y salsa. Nathy Peluso se presentó en nuestro país en medio de esta gira que la ha llevado por todos los rincones de España, y los principales escenarios de Europa y Latinoamérica. Con tickets agotados en minutos para este evento, la producción agenda una segunda fecha en Santiago al término de su gira, el próximo 20 de noviembre en el Movistar Arena, recinto con la triple capacidad del Teatro Caupolicán.
A cargo de telonear el show, se presenta la artista chilena Mariana Montenegro (ex integrante de Dënver) que, al ritmo de su indie pop hizo bailar a todo el Caupolicán a la espera de Nathy Peluso, quien sale a escena a eso de las 21:14 horas.


Con un público ansioso coreando su nombre, aparecen sus músicos, todos vestidos iguales, y desde el centro del escenario se presenta la artista con un outfit de mallas negras asimétricas, perfectamente ajustado, su cabello corto y su clásico maquillaje soft que destaca su heterocromía ocular (ojos de distintos colores). La puesta en escena contempló una tarima con escaleras laterales, confeti y apoyo audiovisual. Nathy llenaba todo el espacio con su desplante, sin bailarines, ni fuego, ni pirotecnia. Su show fue coherente desde el inicio, dividido en bloques según estilo musical, donde la artista se transformaba y adquiría más fuerza a medida que avanzaba el concierto, convirtiéndose en una “perra sorprendente” dueña del mundo. El setlist fue de 17 canciones, y la elegida para abrir los fuegos fue “Celebré” seguida de “Sana Sana” ambas, canciones que abren su disco “Calambre”. El público encendido coreaba “hip con el hip” y Nathy Peluso desplegaba su talento, bailando eufóricamente con la fuerza que la caracteriza.
Si la invitación antes fue a sentir el hip hop, ahora es el turno de la salsa y sus sonidos latinoamericanos con “Buenos Aires” y “Puro veneno”, el ambiente cambia totalmente, y el público se mueve al ritmo de los compases latinos y Nathy despliega su sensualidad, recorriendo el escenario, conectando con el público y bailando con el atril de su micrófono. En este punto, coquetea con unas rosas rojas que luego arroja al público, quienes, no paraban de corear cada una de las estrofas de sus canciones “Sugga” y “Llámame”.


Seguimos con el espectáculo, y en este momento sobre la tarima, interpreta “Ateo”, canción que tiene junto al músico español C. Tangana, mientras un Caupolicán, repleto, se viene abajo.
Antes de interpretar su hit “Mafiosa”, agradece a su público chileno por el apoyo de siempre, acto seguido, pregunta al público “¿cómo me llaman?” y todos responden “la mafiosa” dando rienda suelta a su sensualidad, ritmo y talento. Cierra este bloque del show con una íntima interpretación de su canción “Arrorró” y el primer intervalo de la noche.
Vuelve a escena con la parte más potente de su show, ahora con una chaqueta de cuero negra, a interpretar “BZRP Music Sessions #36” (Nasty Girl), bajo una propuesta audiovisual diferente, llevando una cámara en su micrófono, la cual se proyectaba en la pantalla grande del teatro, así podíamos ver directamente su rostro cantando cada palabra de esta, su canción más escuchada en spotify, superando los 190 millones de reproducciones. Es el turno de “Delito” y la puesta en escena se vuelve erótica y el Caupolicán se convierte en una discoteque, todos bailando y cantando. Luego, la artista interpreta “Business Woman” con una energía imparable, simulando ser una boxeadora en plena lucha, en este punto alguien trae consigo una cámara que también se proyecta en la pantalla principal, simulando ser su contrincante, toda la multitud entregada al espectáculo, en su mayoría mujeres, corea el potente estribillo de esta canción “Me llaman porque soy una business woman». Tengo negocios que dirigir yo sola. Termina este tema, saltando la cuerda por varios minutos como una boxeadora profesional.


Para interpretar su última canción previa al segundo intervalo, suben al escenario unas pantallas de potente luz led que acompañan la interpretación de “Corashe”, canción reconocida por su potente ritmo y letra. Sin descanso, Nathy Peluso, entrega toda su energía, arrojándose al suelo con movimientos entrecortados en una especie de agonía artística. Termina el intervalo y reaparece en escena para despedirse e interpretar su última canción, cover del artista español, Camilo Sesto “Vivir así es morir de amor”. Sobre la tarima, pide al público encender las linternas de sus celulares, y en una atmósfera tranquila y romántica, interpreta esta canción. Cierra un espectáculo redondo, fuerte y de calidad internacional, con agradecimientos a su público chileno bandera en mano, recibiendo la ovación más grande que jamás haya escuchado en el recinto capitalino.
¡Que buena reseña!
Espere con ansias este artículo!! No pude comprar la entrada para ir a verla y este relato de si consiento está ultra completoooo amooooo!! Me encanta como escribe Johanna 💖 gracias por cada detalle de su concierto y por avisarme que viene nuevamente está vez si estare atenta para lograr comprar la entrada