Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías por: Hugo Hinojosa
Destacamos cuando artistas de afuera visitan Chile por primera vez y más cuando su visita genera mucho interés y deja una huella para muchos. De esa forma, los japoneses Lamp en su momento de reconocimiento mundial, han hecho su tercera parada en Sudamérica en un Teatro Caupolicán repleto, con mucha gente entusiasta y que, de antesala, presenciaron a Amanitas como teloneras con un cálido recibimiento.
Siendo las 21:00 exactas y con luces apagadas, una música de fondo suena para dar la bienvenida a los músicos de apoyo -teclado, bajo, batería y percusiones-, mientras que después llegan los aplausos y gritos cuando Taiyō Someya, Yusuke Nagai y Kaori Sakakibara entran en sus respectivos puestos. Para clavarla al ángulo de una, el hit que marcó la popularidad del grupo gracias al boca a boca del internet, “Hatachi No Koi” de su cuarto disco “Lamp Phantasma” (2008). Junto con los tonos delicados y emocionantes de “Konya Mo Kimi Ni Telephone Call” y “Kimi Ga Nakunara”, ya se daba entender la calidad que existía con el sonido impecable, agregando el apartado emotivo del público como sucedió en “Hirogaru-Namida” donde el teatro se iluminó de linternas de celulares y al ritmo de la canción.
Era interesante el contraste de la euforia chilena con la tranquilidad que tenía la banda en escena, sobre todo cuando el guitarrista principal Yusuke decía “gracias” pacíficamente, además de dar voz y vida a temas como “Windy Afternoon” y “Moon Ride”, mientras que Kaori en su perfil bastante tímida y aterrizada para agradecer los gritos y saludos, enamorara todo el recinto cuando cantó “Yokaze” y “The Night Squall”, demostrando ser un recorrido fiel a los 25 años de carrera pasando del primer hasta el más reciente disco “Dusk to Dawn” (2023).
Uno no se imaginaba presenciar un recital de shibuya-kei, junto con las influencias grandes que tiene Lamp con el jazz pop y la bossa-nova, entre lo más íntimo y lo bailable muy bien logrado el trío, pero también destacar lo hecho con la banda soporte, desde los sonidos electrónicos, la base rítmica y los detalles del percusionista Hiderow Nishioka que se lució tocando trompeta en varias canciones. Tonos sublimes y encantadores sucedieron en “Autumn in City «A», “Sachiko” y “From the Window” que fueron una selección estupenda, junto con la corta “For Lovers” para volver al estado más introvertido. A pesar de todo el ambiente agradable, una confusa situación pasó referente a un par de presencias de desmayos y un aparente problema técnico que se pudo solucionar tras varios minutos.
“Chilly Spectacle” y “The Other Side of a Rainy Night” hizo volver a los ánimos de diversión y euforia, con una energética audiencia que sería el choque fuerte para el grupo que se enfrentaba a otro tipo de comportamiento, pero mostraban de manera relajada y profesional esa conexión para dejar un espléndido final, que sería un encore de poca duración. Tras esa pausa, la sección de batería y percusiones fueron los primeros en volver para un instrumental que daría paso a otro de sus temazos y de sus canciones más queridas que era “Last Train at 25 O’clock” de la tercera placa «For Lovers» (2004).
Un cierre a la altura como lo fue todo el show, con tantos sentimientos expuestos en una hora y cuarenta que se necesitaría más párrafos para explicarse bien, pero no cabe duda que lo hecho por Lamp en el histórico recinto capitalino será un recuerdo de conformidad, de esos que si uno tiene un día triste o de indiferencia, tener memoria de este evento será un alivio.
Setlist:
01. Hatachi No Koi
02. Konya Mo Kimi Ni Telephone Call
03. Kimi Ga Nakunara
04. Hirogaru-Namida
05. Raindrop City
06. Windy Afternoon
07. Moon Ride
08. Yokaze
09. Hisoyakani
10. The Night Squall
11. Autumn in City «A»
12. Sachiko
13. From the Window
14. For Lovers
15. Chilly Spectacle
16. The Other Side of a Rainy Night
-Encore-
18. Drum Solo
19. Last Train at 25 O’clock
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