Dios salve el clamor, Reina!
Por: Adolfo Serey
Ph: Daniel Sáez
Todos nos encontramos expectantes, mirando con ingenuo asombro lo que develará la banda «Dios Salve a la Reina». Los sitiales están dispuestos, los oyentes absortos, como un pretérito concierto, el sonido que se instrumenta no son los músicos, sinoque el vitoreo del público. Me encuentro rodeado de un clima ansioso por dar inicio al espectáculo.
La cortina de obscuridad se extiende por el Movistar Arena y un portentoso riff da comienzo a la jornada. La multitudinaria convocatoria enloquece, perdiendo toda compostura con el intro de «We Will Rock You», cual triunfante himno siempre se presenta. Now I’m Here es el tema debut, y tal como lo describe la canción, miro alrededor de mí y al principio no veo nada más que obscuridad. De repente, un sonido atronador, una segundainvitación y frenesí domina toda la audiencia con Anothe One Bites the Dust.
El ritmo que antecede a la siguiente canción es el de la cadencia y la atenuación de las luces, Some body to Love, se manifiesta con el primer haz de luz que enfoca el piano, del cual emerge una de las tonadas más profundas y conmovedores de la banda. Y con la misma versatilidad que el vocalista se cambia de atuendo, las luces visten de verde Hard Rock para anunciar Fat Bot to med Girls.
Las entusiastas Killer Queen y Keep Yourself Alive se deslindan del rock para ofrecer un apaciguado son. Y aunque son impetuosas, dentro de su inquietud, la segunda de ellas sobresale centellante con un solo de batería. Under Pressure es la indiscutida favorita, de esas que, si se ausentan, no hay fiesta.
Is This The World We Created…?; no hay Reina que se corone sin sus gemas, y como tales atributos, emergieron las luces blancas de los teléfonos para investir al recinto, no sólo de iluminación, más bien, de espíritus dedicados a la pasión. Y sobre la misma actuación, nos deleitan con la balada Love of My Life, por lo resulta es imposible no sobrecogerse ante tanta emoción.
I Want It All siempre impacta con su coral y destaca por sobre muchas otras buenas canciones.
Y si bien, todos los asistentes nos encontramos inmersos en el hermoso juego de fantasear a los británicos, es inadmisible ignorar la prestancia y belleza con la que se representa esta banda, con el deseo que tributana las leyendas, enmarcándose en un podio sobresaliente.
La avalancha de éxitos se vuelca estrepitosamente con Bohemian Rhapsody, Hammer to Fall, Radio Ga Ga, Crazy Little Thing Called Love, We Will Rock You, para finalizar con uno de los más grandes temas de todos los tiempos, We Are the Champions. Advertimos que no estamos escuchando a Queen, sino a un grupo de locos que emprendieron este camino por tributar el espíritu de un grupo y la inminencia de una época.
La personificada escena es fantástica y célebre. No se dijo mucho al leerla por los pasajes públicos de internet, las palabras no le hacen siempre justicia a todo lo que miras y escuchas, puesto que se trata de un espectáculo de talla mundial.
El retorno del seudo término del concierto abraza el grito virtuoso de I Wantto Break Free, lo recio The Show Must Go On y el animoso Don’t Stop Me Now.
Para finalizar, el deber del oyente es descubrir en esta banda no el sonido que ellos interpretan y despliegan, lo evidente, sino la teatralidad con que ellos se paran en el escenario y te conducen por el brío sonido disuasor de tus prejuicios, sólo así entregaras tus oídos a la verosimilitud.
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