
Texto por Pablo Castillo
Dentro de todo la camada de bandas que han fortalecido el circuito de la nueva escena chilena, Déjenme Dormir se considera como un caso aparte por ser una banda que ya se ha consagrado por la impecable carrera que han logrado en estos cortos pero intensos 6 años de vida, desde antes de la pandemia con su ep Mirador (2019) con el sonido clásico del indie chileno liderados por un chorus y letras de amor, en contraste a BRONCE (2024) lleno de fuzz y desamor.
Y la relación que tienen los santiaguinos con el recinto ha sido a través de shows de apertura o festivales en donde su presencia ha sido fugaz pero memorable, y a casi un año desde que se subieron por última vez al escenario de bellavista, Déjenme Dormir vuelve con su primer show en solitario en Sala Metrónomo este Sábado 15 de Noviembre junto a Nando Garcia, Simon Campusano, Matias Avila, y desde Uruguay Tengo un amigo que es bueno pa los audiovisuales como shows de apertura para celebrar el primer aniversario de su última entrega.
BRONCE (2024) es un cambio en la química de la banda, dejando de enfocarse en esa energía juvenil que presentaba Neumonía (2022) dos años antes con himnos de indie rock que funcionaban perfecto con el perfil de los santiaguinos, pero los años pasan y la madurez de Juan Diego se ve reflejada en 11 canciones oscuras que se ahogan en el ruido de las guitarras en una interpretación letárgica que dio un paso más allá en la ambición de la banda.
En la cima del mundo no solo por las letras melancólicas que resuenan tanto en una juventud perdida que crece a través de su música, sino también por el sonido más alternativo que roza las aristas depresivas del indie rock como el slowcore, ocupando el fuzz como un arma de doble filo empujando las canciones hacia adelante como fiel guia pero también siendo la inminencia que nos pone los pies en la tierra recordándonos el peso de la vida adulta. Todo esto gracias al un trabajo de producción de primer nivel que posiciona a Dejenme Dormir como una de las bandas con mejor sonido dentro del circuito.
Mientras que ahora todo es ruido, siempre es bueno ese aire fresco de una canción corta que en 3 minutos logre transmitir lo que un hit es capaz de hacer, y en eso Déjenme Dormir son los mejores. Entre las depresivas canciones de su último disco, o los himnos de finales de la década pasada, la banda buscará en este primer gran concierto en solitario repasar sus 6 años de actividad musical.
Sala Metrónomo recibirá a Dejenme Dormir con el show más grande de su carrera este 15 de Noviembre, entradas por Passline.





















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