
Álbum: EP Homónimo
Banda: Crosses
Género: Darkwave, Rock Electrónico, Synth-pop
Año: 2011
Texto por Franco Zurita
Hay proyectos que nacen del excedente creativo, de la necesidad de explorar territorios inexplorados y Crosses es precisamente eso: Una incursión hacia paisajes sonoros disueltos en atmósferas de ensueño y ritmos electrónicos que laten con pulso lento y una intimidad inquietante. Este primer EP homónimo, lanzado en 2011, marcó el debut y también estableció las coordenadas de un universo singular.

A pesar de contar con una de las grandes voces del metal alternativo contemporáneo, don Chino Moreno, desde su primera escucha, queda claro que este no es un álbum para sacudirse en la furia y estridencia habitual del líder de Deftones, sino que más bien, es un trabajo para acompañar la quietud de la noche. Para esos momentos de introspección que se vislumbran desde la ventana del bus o de un auto. Momentos en dónde se es uno con la melancólica sensación de la reflexión.
Con respecto a su sonido, evoca una estética oscura y electrónica. Cómo si fuera un cruce entre el trip-hop melancólico de Massive Attack y el synth-pop etéreo de Depeche Mode. El uso de sintetizadores pasa de ser un mero adorno melódico para ser la columna vertebral que sostiene las estructuras de sus canciones, creando texturas densas y a la vez inquietantes y profundamente misteriosas.

La voz de Chino, se desprende de sus habituales rugidos (aunque no del todo) y se vuelve un instrumento más con un filo seductor y vulnerable. Su canto se desliza sobre las bases rítmicas como un fantasma entre las sombras añadiendo una capa de misterio y erotismo. Canciones como «†his Is A †rick» o «Bermuda Locke» son ejemplos perfectos de esta dualidad: ritmos hipnóticos que invitan a movernos entre la oscuridad con dolor y deseo. Es la banda sonora de un club nocturno de una ciudad subterránea, un lugar donde las sombras bailan entre luces de neón.
El proyecto, a cargo también de Shaun Lopez de Far y, en ese entonces, Chuck Doom, demuestra una sinergia implacable. La producción es exquisita y logra que cada elemento, desde el pulso de las máquinas hasta la reverberación de las guitarras, ocupen un lugar en esta narrativa. No hay nada de más ni de menos. Minimalismo con una riqueza emocional inmensa.
Para terminar, el primer EP de Crosses es el primer capítulo de una nueva historia tanto para Moreno como para López. Un viaje a través de un portal hacia un universo paralelo de sombras y seducción.




















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