
Texto por: Lucas Araya
Fotografías: Claudio Escalona
Christina Rosenvinge y su banda revisitaron una vez más el disco «Que me parta un rayo» (1992) de forma íntegra ante un público cómplice y variado generacionalmente. Esto en marco de los Multi-Venue del Frontera Festival que estuvo presente en los últimos días durante la capital.
La noche abrió son la banda argentina Alan Sutton y las caricaturas de la ansiedad quienes, entregaron un show energético y de sonidos eclécticos y alta dosis de teatralidad y un eclecticismo musical que funcionó como una paleta sonora del grupo. Bebiendo del manantial de Los abuelos de la nada o Los auténticos decadentes, tuvieron un cálido recibimiento, preparando el camino para la estrella brillante de la noche.

La figura de Rosenvinge apareció entre luces, humo y la estridencia sónica de su banda para revivir su ya clásico álbum de 1992, Que me parta un rayo, un ejercicio que se ha expandido desde el año pasado y que se refresca en cada presentación de la española. A pesar de algunos problemas técnicos, Christina y los suyos entregaron versiones renovadas de himnos generacionales como «Tú por mí, yo por ti», «Mil pedazos» y «Alguien que cuide de mí», todas con arreglos novedosos que les dan aires actuales y totalmente vigentes y relevantes.

Con un histrionismo y carisma inigualables, Rosenvinge se dio tiempo para moverse sobre el escenario bailando, realizando performance, entregando un mensaje de consciencia y autocuidado o interactuando con el público (micrófono en mano), sin embargo, lo momentos más notables fueron cuando su voz regaló magia pura y su corporalidad se expandía encumbrando su guitarra eléctrica por los aires y entre las ondas eléctricas del trío que la acompaña.

Ya hacia el final del set, una versión drum/bass de «Que me parta un rayo» y una guitarra afilada que logró atravesar la tormenta de imperfectos y potentes entregas de «Dile a papá» y «Pálido» sellaron una noche que tuvo sabor a un reencuentro con una amiga entrañable, una visita esperada y un amor interminable. Este es el comienzo de una mini gira que la tendrá por estas tierras, dando nueva vida a su disco emblemático y encantando con material de su discografía, siempre en una clave sónica y renovada.





















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