
Texto por Ricardo Arredondo
Fotografías: Daniel Sáez
Una fiesta de grandes proporciones fue la que desató Ca7riel y Paco Amoroso en su nuevo paso por Chile, a escasos meses de su show en Lollapalooza Chile. A diferencia de ese día, esta vez se trató de un show de larga duración y con toda su puesta en escena para saciar la sed de los fanáticos que agotaron en apenas unas horas todo el Movistar Arena.
A las 9:10, desde detrás de los instrumentos comienzan a emerger los inflables de Ca7riel y Paco en versión chad que empezaron a desatar la locura. La banda hace su ingreso, para luego aparecer el dúo principal sobre un enorme recipiente que tiene escrita en grande la leyenda: Papota. Ca7o y Paco se quedan estáticos y son ovacionados por un tiempo importante.

Entre gritos y aplausos, Paco comienza a entonar “Cuando ella baila…” lo que fue suficiente para desatar la locura y dar rienda suelta al baile y el canto de los miles que llegaron a este encuentro. Pegada a “Dumbai”, siguieron con “Baby Gangsta” y “Mi diosa”, con una banda que ya mostraba sus pergaminos y su maestría instrumental.
Luego en el turno de “Impostor”, se vivió una dinámica diferente. Y es que un camarógrafo se subió a la plataforma -donde aún permanecía el dúo- e interactuó con ellos desde muy cerca, dando un toque más cinematográfico al show, con cada uno de ellos cantando pegado a la cámara, lo que se iba proyectando en las grandes pantallas de los costados del escenario.

En esas pantallas también se podían ver los subtítulos de las canciones traducidas al inglés, con la única excepción del dúo “Mi deseo” y “Bad Bitch” que contaron con subtítulos en japonés. La gente les grita con entusiasmo “¡Mucha ropa!” antes de interpretar dos versiones más de corte tipo balada de la sesión #3 con Bizarrap y “Pirlo” de su disco “Baño María”, en donde el público acompañó con sus celulares con las linternas encendidas.

El caos vuelve con “Re forro” y “La que puede, puede”, marcando un alto momento de locura en el espectáculo, seguido de una sección electrónica en donde la parte visual se robó la película con luces estroboscópicas y láseres de diferentes colores, al ritmo de canciones como “Sheesh”, “Supersónico”, “Todo el día” y “Ola mina XD”. Una increíble sección en que los artistas lo dieron todo y el público se entregó por completo ante el espectáculo sonoro y visual y un Ca7riel que preguntaba en voz alta “¿Están listos conchetumare?”. Sin duda toda esa sección fue de los momentos altos del show.

El show dio un muy breve descanso luego de “Cono hielo”, para volver rápidamente con “#Tetas” y todo su sonido funky, seguido de “El día del amigo” y el cierre con “El único”, canción que tiene la hoy mega famosa línea de “¿Tatuaje en el cuello?”, que puso el punto final a una presentación tan ecléctica como extravagante.

Ca7riel y Paco no sólo son buenos músicos y sobresalientes líderes de la banda, sino unos personajes únicos que conquistan con sus ropas, movimientos y locas ideas. En un mundo en el que cantar bien y hacer buenas canciones parece no ser siempre suficiente, este dúo construye una historia, con personalidades únicas que conquistaron a todo el orbe, y que al apoyarse de músicos increíbles y explorar todos los estilos posibles (funk, soul, trap, electrónica, hip-hop, pop e incluso jazz) logran crear este universo sonoro y visual que nos sumergió en su locura en este show, que puede asomar sin problema como uno de los más destacados de este 2025.
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