
Álbum: «Ego»
Artista: Hayley Williams
Género(s): Indie Rock / Pop Rock / Alt-Pop
Año: 2025
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Dejaremos en claro algo importante: Esto no es derechamente un álbum, pero es una jugada misteriosa que destacaremos, tal como pasó con Jack White el año pasado con un disco secreto que terminó siendo real. Ésta vez involucra a Hayley Williams, vocalista de Paramore que lleva una carrera como solista desarrollada desde inicios de la década. Ahora, como artista independiente nos dio este obsequio bien particular, trabajando en una colección de canciones junto con el productor Daniel James y otros que colaboraron en la mezcla y grabación.
Para entender el contexto, con su empresa de tintes de cabello Good Dye Young lanzaron un nuevo producto llamado “Ego” que contenía un código y que, al ingresarlo en la web oficial de Hayley, accedías a una carpeta oculta con 17 tracks sueltos y un par de archivos misceláneos. Un par de días después, sube cada canción como singles, con portadas diferentes y bajo un ficticio sello llamado Post-Atlantic -en referencia a su término de contrato con Atlantic Records, en el cual, lo último Paramore y sus anteriores discos solistas fueron lanzados- y nos lleva a esta nueva etapa de mayor libertad. El listado será basado en el orden que se especuló a partir de lo mostrado en su página oficial, así como una imagen portada de sus imágenes promocionales para realizar esta reseña.
Es una colección de composiciones que fueron escondidas en un cajón y ahora salen a luz, por lo cual sus temáticas son muy abiertas con raciocinios hirientes, sinceras en el estándar del concepto de amor u observaciones que tienen un cruce con lo dicho anteriormente. Comenzamos fuerte con “Kill Me”, trascendental en su pegajoso sonido, pero nos relata anécdotas relacionados con los traumas generacionales y cómo eso se ha transformado en un peso enorme para las generaciones actuales, si se observa a larga distancia. En “True Believer” con un ambiente cercano al trip hop, es una carta de preocupación con Nashville, donde creció y desarrolló su vida artística, hablando sobre cómo el capitalismo o el fanatismo estadounidense entre la religión y/o las armas han dañado los espacios y pensamientos, pero aun así ella mantiene un cariño y anhelo con la ciudad. Directamente, es de sus mejores canciones que ha escrito en su vida por lo efectiva en derrochar verdades y en una estructura precisa.
Tiene sus momentos de honestidad sobre su combate con el auto sabotaje por muchos años como se habla en “Negative Self Talk” que envuelve y comprender su significado, utilizando hasta arreglos orquestales para armonizar. Más rítmico en “Ego Death At A Bachelorette Party” con una genial batería y forma de describir sus lamentos, o en “Whim” que, en tono pop rock tratar de evitar pensar en el boicot personal, y de mostrar añoranzas de lo que quería. La presencia de sonidos Indie rock es indiscutible, pero hay espacio para elementos más folk, como la balada “Blood Bros” y la conexión de dos personas sin mencionar explícitamente que sean amantes o amigos, pero que su palabra es firme al estar presente, aunque no exista una respuesta recíproca. Más cosas introspectivas y de lealtad aparecen en “I Won’t Quit On You” que expresa sensaciones de flote con sus metáforas del espacio, cielo e infierno sin importar el lugar para poder estar ahí. Pero también hay conceptos más dolorosos en “Discovery Channel”, que tiene una cita muy llamativa con el estribillo de «The Bad Touch» de Bloodhound Gang y le da otro sentido, sacando su forma humorística. Acá se muestra sobria con el uso de su voz en el formato más íntimo, con los registros altos que puede alcanzar.

Hayley es uno de los casos en la música donde sus letras son de contenido triste, pero las melodías muestran una cara contraria -una dicotomía bastante interesante y que la gente aprecia, a pesar de ser algo más profundo de los que es- y resultan tremendas como “Mirtazapine”, que fue la primera canción que se conoció de esta lista. Es una canción de power pop que nos recuerda a los 90’s, y es más que nada una oda a un antidepresivo tetracíclico, que fue parte de su tratamiento al ser diagnosticada con depresión y trastorno de estrés postraumático. En “Ice In My OJ” hay un riff de pop rock grandioso, y nos cuenta lo que le ha costado ser alguien que desarrolló un carácter frío al paso del tiempo, citando acá paisajes de un tema que escribió en Mammoth City Messengers, una banda cristiana que fue parte antes de la fama. También se refleja en “Brotherly Hate” con aspectos más alt-pop y recae en reflexionar sobre la hermandad, pero en torno a la relación que hay con sus compañeros en Paramore durante sus distintas épocas.
Un par de tracks presenta referencias cinematográficas. “Zissou” toma nuevamente metáforas del agua en un aspecto ambiguo -la paz, el trauma, serenidad o caos- como lo ha hecho en canciones del pasado, influenciada en uno de sus films favoritos: “The Life Aquatic with Steve Zissou” (2004) de Wes Anderson. Lo mismo ocurre en “Dream Girl In Shibuya”, una clara cita a “Lost in Traslation” (2003) de Sofia Coppola dentro de una exploración hacia el bedroom pop, ésta vez con una letra que detalla imágenes que aparecen en la película y que busca conexiones con la soledad, lo bonito entre las situaciones difícil de la vida, etc. Hablando del pasado, en “Disappearing Man” se notan sonidos del jangle pop / baggy para contarnos más hechos con encontrar respuestas de ser alguien que empuja una relación y no se logra un objetivo.
Dentro de las canciones faltantes, no quedan atrás con su contenido que se mantiene en altura. “Love Me Different” es de las más chocantes con su equilibrio de lo amargo y dulce, con una fusión pop rock / alt-pop que nos recuerda a Carly Rae Jepsen, en el hecho de ser auténtica para su fórmula de pegar y emocionar. Lo mismo ocurre en “Hard” que es la construcción de su persona formado por los tropiezos o quejas -muchas de ellas reveladas en estos singles- y que han sido problemas constantes para comprender su vulnerabilidad. Una canción con un sonido que a la gente le puede recordar a Billie Eilish o la etapa más actual de St. Vincent. Finalmente, con “Glum” de regreso al Indie rock y cantando con un pitch más agudo, es una visión existencial de su vida más cerca de los 40 años, enumerando aquellos vacíos que no han podido llenar.
Todo lo que se concentra en «Ego», un «no álbum» de nombre alusivo o como se quiera decir con estas canciones, podemos sentirnos parte de una empatía enorme con Hayley Williams, mostrando sus desafíos con el dolor, ahora enfocada en la independencia y reformulando su círculo cercano, con lo que sería parte de lo más increíble y versátil de su carrera en general. Para una persona fanática de Paramore, no es el momento, pero estamos al frente de lo mejor que ha hecho la artista en esta década y es importante comprender sus escrituras y la idea de publicarse en el formato de sencillos sueltos.
Canciones esenciales: True Believer – Ego Death At A Bachelorette Party – Mirtazapine – Love Me Different – Hard – Disappearing Man
Lista de canciones:
01. Kill Me
02. True Believer
03. Blood Bros
04. Negative Self Talk
05. Ego Death At A Bachelorette Party
06. Mirtazapine
07. Ice In My OJ
08. Brotherly Hate
09. Zissou
10. Dream Girl In Shibuya
11. Discovery Channel
12. Love Me Different
13. Hard
14. Whim
15. Glum
16. Disappearing Man
17. I Won’t Quit On You
Puedes escuchar estas canciones en este orden como playlist, o la versión hecha por la artista acá.





















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