
Texto por: Pablo Castillo
Fotografías por: Joselyn Heyden
3 décadas de espera con Saetia y una con Unbroken, Chile estaba hambriento por ver a estas bandas y creo que ni en nuestros mejores sueños se pensaba ver a ambas juntas, la Blondie era el punto de reunión de lo que fue una cita histórica del screamo y del straight edge. Y desde que hacías la combinación para llegar directo al recinto que ya aparecían las poleras de Converge o de Orchid, sacando el outfit más elegantes para la fecha mientras que la alameda se pintaba totalmente de negro con la fila de fanaticos que estaban a punto de presenciar historia.

El reloj marcaba las 19:30 hrs y Saetia subía al escenario con la misma energía con la que tocaban en pequeños venues de Nueva York en los 90 ‘s, pero ahora en uno de los mejores recintos de nuestro país. Unos cuantos susurros mientras las guitarras se acoplaban generando ruido y saludando a sus fanáticos para partir sin aliento con «From the Firmament». El público era una masa de gente que con puño al aire se movía lentamente, coreaba y gritaba emocionada las canciones del disco homónimo «Saetia» (1998) que fue tocado casi en su totalidad, además de presentar su último EP «Tendrils» (2025) con la euforia del post-hardcore que nos hizo saltar.

Pareciese que Billy no había envejecido ni un año desde la época dorada de la banda, porque la interpretación vocal me dejo impactado por su similitud a la voz de estudio, y no solo en eso, sino también en la dinámica con la que recitaba en el final de «Closed Hands» en contraste a los enérgicos gritos de «Notres Langues Nous Trompes». No faltó ningún tema y podría ser un setlist totalmente perfecto para lo que esperamos de la banda, las instrumentales en conjunto a las letras nos ofrecieron una experiencia más introspectiva en donde todas las emociones que transmitieron quedaron plasmadas gracias a la tan buena ejecución de parte de la banda.

Gritos que nunca se borraran de mi memoria, gritos que sonaron con rabia pero que también sanaban, gritos de Billy y gritos de un público vivo. No había tiempo de respirar entre tema y tema porque «Ariadne ‘s Thread» llega sacando el lado más matemático de la banda creando una atmósferas gracias a su sensibilidad midwestera, para atropellarte inmediatamente con «Endymion», el perfecto ejemplo de screamo violento. «Venus and Bacchus» para cerrar esta fugaz pero insuperable primera presentación de la banda en nuestro país, sin antes salirnos con la nuestra como buenos chilenos que somos y lograr «One Dying Wish» como verdadero cierre para este histórico debut.

Luego de que Saetia me hiciera querer llorar con el final de «The Sweetness and the Light», le tocaba el turno a la banda de San Diego, quienes venían con una parada extrovertida, agresiva y especialmente llena de energía, causando entre curiosidad y miedo. Entonces ¿Qué decir del concierto de Unbroken? La verdad, no hay palabras que expliquen el dominio de estos hombre sobre el escenario, con un setlist enfocado directamente a su obra maestra «Life. Love. Regret.» (1993) que fue interpretado con agresividad y locura mientras que Dave controlaba a la audiencia casi como director de orquesta.

Hay un fenómeno en la magia que se conoce como atmósfera mágica, en donde el espectador está tan dentro del truco que deja de cuestionar cualquier tipo de engaño, así logrando que cualquier movimiento sea sorprendente. Este fenómeno se puede aplicar en el humor, en el entretenimiento, y sin saberlo me di cuenta que también en la música, porque Unbroken ante cualquier situación tenía a todo el público bajo su dominio, sea cual sea la canción que interpretaran y nosotros ya estábamos ahí saltando, ellos decían moshpits y nosotros le ofreciamos un círculo casi del porte del escenario, ellos pedían crowd surfing y tenias a docenas de personas volando por los aires caminando entre las cabezas como si fuera pavimento.

Yo los corono, los reyes del breakdown, todas las bandas de metalcore hoy en día deberían de presenciar al menos una vez en su vida un concierto de Unbroken, porque después de este shot de adrenalina solo te dan ganas de ser un mejor músico. Técnica impresionante generando en todas las canciones el mismo tipo de euforia en el público, quienes corrían en círculo como ovejas en «In The Name of Progression» o que con mirada baja alzaban sus pies y brazos con agresividad en «The Setup». Pero la guinda del pastel además de las increíbles visuales con estrellas de la música ochentera y noventera de Reino Unido fue «Absentee Debate» como infernal cierre para la jornada, con toda la Blondie arriba de la pelota, golpeando codo a codo y gritando hasta quedarnos sin voz “I Don’t Care”

Disfrutando las bellas instrumentales de Saetia desde atrás, o viendo a Unbroken en el ojo del huracán. De cualquiera de las dos maneras o de cualquier lugar que hayas estado dentro de la Blondie, que te digo, presenciaste historia del hardcore para Chile. Una experiencia arrolladora, exhaustiva pero en especial tremendamente emotiva marcando el debut de una de esas bandas soñadas en nuestro país y la vuelta de un viejo amigo que luego de esta fecha se convertirá en un obligatorio para cada vez que pisen aquí.
Setlist Saetia
- From the Firmament
- Open Letter
- Notres Langues Nous Trompes
- Closed Hands
- Tendrils
- Ariadne ‘s Thread
- The Sweetness and the Light
- Some Natures Catch no Plagues
- Three Faces Past
- Endymion
- Venus and Bacchus
- One Dying Wish
Setlist Unbroken
- Curtain (Intro)
- D4
- End of a Lifetime
- Razor
- And
- Blanket
- In the Name of Progression
- Crushed on You
- The Setup
- Fall On Proverb
- Final Expression
- Absentee Debate
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