
Texto por: Ricardo Arriagada Gómez
Fotografías: Hugo Hinojosa
Ha sido un invierno raro por sus diferentes climas dentro y fuera de su concepto, y el miércoles 06 de septiembre quedó registrado un día completo con una lluvia que no paró hasta altas horas de la madrugada. Ir a otro punto de la ciudad se vuelve complicado, pero no impidió que los conciertos agendados sufrieras consecuencias, siendo uno de ellos el regreso a nuestro país de Caligula’s Horse después de cuatro años, con un disco más en sus líneas y que era un ocasión especial para presentarse.

Para el acto previo y dejando un ambiente preciso en lo que sería esta velada, Crisálida con su formación actual -que sufrió cambios durante este año- se presentaron en modo Acústico: dos guitarras, un bajo sin trastes y voz con huevos shaker para marcar el tempo. Con muchos años de trayectoria para quedar resumido en esta presentación, viajaron en muchas dimensiones (sitios, recuerdos) con sus interpretaciones de «Araucana», «Atacama» y «Respira» siendo muy fácil percibir la experiencia acumulada de Cinthia Santibañez con su canto y ajustado al mismo punto que los instrumentos, con una base de apoyo de orquestaciones o arreglos para armonizar mejor su presencia. En su conclusión, se dio un homenaje a Víctor Jara con «Luchín» y terminando con «Hidromachi», digno de un cierre especial para mostrar una temperatura acorde al evento. Con el formato Acústico, fue una buena idea por parte de Crisálida que, transparentaron su contenido para generar un clima propio antes de soltar energías.

Con lo último dicho y sin mucho tiempo muerto, ya estaba todo preparado para el comienzo de los australianos con su Rock / Metal Progresivo a su manera, conocidos por mostrar un porcentaje más ligado a lo melódico que al virtuosismo y que les ha ayudado a buscar otro tipo de público. Con «The Tempest» y «Slow Violence» extraídas del «Rise Radiant» (2020) fueron las seleccionadas para este recorrido agradable de música, con evidentes expresiones en los rostros de los integrantes en estar muy contentos con este show, en especial con el vocalista Jim Grey que mantuvo una conexión próxima con todo el recinto, más cuando su ensayo con el español se notaba. «¿Cómo están, weones?» fue uno de esos detalles que lo mantenía con memoria fresca, recordando mucho su primera presentación en 2019 y dejando en claro que las expectativas eran altas con este regreso… y se notó.

El setlist estuvo marcado con los últimos tres discos aclamados de la banda, tomando la pizca justa en cada una, aunque en su primera mitad era mucho más primordial con el álbum en promoción, y eso se expresó en «Salt» y «Oceanrise» con espacios entre medio que mostraba dos ánimos diferentes pero que ambos eran muy respetados, con el sentido de humor y mostrar humanidad por parte de Caligula’s Horse, sin dejar de lado el potencial y la calidad que han generado en el escenario, con Dale Prinsse en bajo muy amigable con los presentes, los espectaculares solo de guitarra de Sam Vallen y el impresionante manejo en batería de Josh Griffin.

La segunda mitad del show mostró material pasado que tuvo un recepción muy abierta, mostrando un cariño recíproco y que dejó a los australianos sorprendidos con los cánticos, saltos y gritos -acostumbrados a tocar en otras partes del mundo que se diferencia con el público latino-, dejando algunos cortes del «Bloom» (2015) tocados consecutivamente como su tema Homónimo, la absorbente «Marigold» y la encantadora «Firelight» que daban esas señales clara de la propuesta de la banda con su sentido más limpio y crudo. Para su final, llega la épica «Graves» con sus 15 minutos de duración y sus diferentes secciones que fueron muy aplaudidas, más cuando esa energía que se había generado ya estaba en pleno éxtasis.

Para el Encore que fue un descanso de un minuto para no alargar la vuelta a casa, Jim en inglés y español agradece mucho el amor y estadía en este paso por el país, argumentando que la vez anterior fue una memoria imborrable y el de ahora es más que eso, incluso siendo un desafío desbloqueado. Para el final quedó «Dream the Dead», canción que abre los fuegos de «In Contact» (2017) irónicamente, pero fue una precisa decisión de terminar con mayor ganas, dejando muy felices y satisfechos a los fanáticos.

A pesar de ser una hora y media de show sin enfocarme en las visuales, la propia presencia de Caligula’s Horse con su madurez y cercanía, significó otro reencuentro cargado de emoción más tirado en la recíproca respuesta de cariño, más con esta gira que está hecha para mostrar esta complacencia seleccionada con pinzas, siendo canciones que variaba en lo que identifica a los oceánicos con las melodías, la fuerza y el carisma.
Puedes revisar la galería de fotos de este evento aquí.
Setlist:
01. The Tempest
02. Slow Violence
03. Rust
04. Songs for No One
05. Salt
06. Oceanrise
07. Bloom
08. Marigold
09. Firelight
10. Graves
-Encore-
11. Dream the Dead





















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